Vijay Mallya se siente víctima de una "caza de brujas"

El cofundador de Force India tiene deudas por valor de 1.000 millones de dólares con entidades bancarias de su país a raíz de la fallida de su aerolínea Kingfisher. La India ha pedido al Reino Unido que le obligue a regresar para que pueda ser juzgado por los tribunales del país. Su audiencia empezará el día 4 de diciembre y durará dos semanas.

"Ya hace bastante que dura esta caza de brujas contra mí. No es que tenga altibajos emocionales. No he hecho nada mal. Estoy contento de que el caso esté ante un tribunal británico, un tribunal imparcial. Tenemos que esperar y ver cómo se resuelve", ha explicado en declaraciones a Reuters.

Vijay no puede salir de Gran Bretaña hasta que se resuelva su situación, hecho que le impide acompañar a su escudería por el mundo.

"Me gusta este ambiente. Me gusta encontrarme con los invitados y los patrocinadores, me gusta andar por el paddock. Pero aunque lo disfruto, no es ninguna novedad. Cuando empecé, iba a cada carrera, 20 al año, y era cansado. Así que no lo echo de menos".

"Si te fijas en mi papel en el equipo, no echo nada en falta. Participo en la toma de decisiones y tengo un Pit Wall virtual en mi casa. Echo de menos estar por aquí, pero también soy feliz en mi espacio. Mi momento llegará y volveré a estar en los circuitos".

Mallya también ha comentado la posibilidad de que el equipo cambie de nombre en un futuro cercano para atraer nuevos patrocinios.

"Las cosas han cambiado. El potencial de Force India es limitado. El Gran Premio de India ya no está, no hay patrocinadores indios que entren. Parece que gastan su dinero en el cricket. Y necesito una estabilidad económica continuada para este equipo, para llegar a más patrocinadores internacionales. Tenemos que posicionar el equipo para los próximos 10 años".