Valentino Rossi y Ferrari: lo que pudo haber sido

Rossi ha convocado una rueda de prensa esta misma tarde para anunciar su futuro. El piloto italiano adelantó que tomaría una decisión durante el parón veraniego y ha llegado el momento de comunicarla. Muchos rumores apuntan a su retirada después de 25 años en activo. Ahora que su trayectoria puede estar cerca de su fin, vale la pena recordar una propuesta de Ferrari pudo haber cambiado el curso de la historia.

Valentino se subió por primera vez a un Ferrari en 2004, mismo año en el que Michael Schumacher ganó su último título. Por el momento, sólo se trataba de un coqueteo del piloto italiano con la F1 a través de varias jornadas de test privados en Mugello y en Fiorano. Sin embargo, todo se volvió más serio a partir de 2006.

En ese año Ferrari subió al coche Schumacher y a Rossi en los test de pretemporada que se disputaron en Valencia. El piloto italiano, en cambio, no rodó con el mismo coche que el Káiser, sino que lo hizo con el F2004 que había sido campeón hacía dos años. No obstante, Rossi destacó entre una parrilla en la que había nombres como Fernando Alonso, Robert Kubica o Juan Pablo Montoya.

La Scuderia vio mucho potencial en él y aunque todavía le faltaba mucho por aprender, quisieron darle una oportunidad de competir en F1 esa misma temporada. Sin embargo, no en Ferrari, o al menos no en ese momento. Todo salto a la máxima categoría del automovilismo requiere una adaptación y la idea era que corriera durante una temporada en Sauber.

Valentino meditó la decisión largo y tendido, pero al final se decantó por las motos. El italiano podría haber dado el salto a Ferrari años después, pero la idea de pasar un año en Sauber, sin poder luchar en la zona alta de la tabla, no le convencía. Aquí sacó a relucir su espíritu de campeón.

Yamaha también llegó a temer que su piloto estrella se decantase por los monoplazas e incluso ficharon en 2008 a Jorge Lorenzo. En ese mismo año, Rossi volvió a subirse a un Ferrari para disputar otra jornada de test, pero el interés ya no era el mismo por ninguna de las partes. Los trenes sólo pasan una vez en la vida y 2006 fue la oportunidad que abandonó Valentino para apostar por MotoGP y proclamarse hexacampeón de la categoría reina de las dos ruedas.