Red Bull Ring, todo un reto para los neumáticos

La Fórmula 1 llega al trazado de Red Bull Ring para afrontar la novena cita de la temporada. Sólo hay ocho curvas a lo largo de todo el circuito, la mitad de las habituales, así que meter a los neumáticos en la ventana correcta de funcionamiento será complicado, además, se trata de una de las vueltas más rápidas del calendario.

Es posible que la carrera se dispute a una parada, pues la elevada velocidad media y la ausencia de exigencia en los neumáticos mantendrán la degradación en una posición muy conservadora.

"Austria tiene la misma elección de neumáticos que Francia, pero son pistas muy diferentes, a pesar de que ambas tienen características en común tras ser renovadas, con la base de un trazado histórico, lo que le da al Red Bull Ring la consideración de circuito de la vieja escuela, algo que los pilotos siempre aprecian", ha comentado Mario Isola, responsable de competición de Pirelli en declaraciones para la web del fabricante italiano.

© Pirelli

Los dos primeros sectores son rápidos, mientras que el tercero es lento y más técnico. El hecho de que el circuito se ubique en la montaña significa que la meteorología puede ser impredecible y que tan pronto puede hacer sol como venir la lluvia. Los cambios de elevación hacen que muchas de las curvas sean ciegas, así que encontrar el reglaje adecuado, con el que el piloto esté cómodo es muy importante.

"La pista se trata de aceleración y frenada en lugar de cargas laterales, pero Austria siempre es capaz de producir sorpresas porque la vuelta al circuito es muy corta, así que gestionar el tráfico es un factor clave", ha continuado.

"Una de las peculiaridades es el hecho de que la mayoría de las curvas son a derechas, pero las dos más exigentes son a izquierdas, lo que implica que los neumáticos llegan fríos, pues no están sometidos a estrés durante el resto de la vuelta", ha expresado Isola para finalizar.

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