¿Por qué el Aston Martin de Austin sentará las bases de 2025?

La Fórmula 1 encara ya los últimos compases del presente reglamento. En 2026 entrará en vigor una lista de nuevas normas que cambiarán la competición. Los monoplazas serán más ligeros, algo más pequeños, sin DRS y con aerodinámica activa. Más allá, claro está, del aumento de potencia eléctrica en los motores, el combustible sostenible y la eliminación del MGU-H, claves en esta modificación.

Con este contexto de cambio en el horizonte –un año y medio en términos de F1 es un margen de tiempo pequeño– los equipos llevan meses repartiendo el trabajo entre 2025 y 2026. Aunque la prioridad, por la magnitud del cambio y porque toda la parrilla empieza de cero, está en ese cambio de normativa. 

Hace meses que los jefes de equipo se refieren a la próxima temporada como una continuación de 2024. Y ahí es donde cobra especialmente importancia Austin, para Aston Martin, y para el resto de equipos. Los de Silverstone tienen claro que el objetivo es 2026. La llegada de Adrian Newey en marzo va a minimizar su influencia en el coche del año que viene, pero sí le dará margen para implementar algunas de sus ideas en el 'nuevo' Aston Martin. 

Entonces, ¿qué va a pasar en 2025? SoyMotor.com se ha puesto en contacto con varias personas de Aston Martin y, en efecto, el coche de Austin debe sentar las bases del monoplaza del año que viene. No en cuanto a estética –de hecho, el que se presente para el año que viene puede ser muy distinto–, sino en lo que se refiere a concepto. 

Aston Martin trabaja en sentar las bases del coche de 2025. Para ello, deben definir su concepto, es decir, cómo trabajará éste y cómo se comportará. Así, deberán desarrollar cuestiones como la dureza de las suspensiones, las alturas del monoplaza... Cuestiones claves para dar forma al coche y también para ponerlo al 'gusto' de los pilotos. Por ejemplo, si prefieren un coche subvirador a la entrada de una curva, que rote bien... o que sea más suelto de la parte trasera detrás... 

Y todo eso, en detalle, es lo que se debe establecer en Austin para encarar bien ese 2025. 

¿PROBLEMAS DE LIDERAZGO?

Aston Martin tiene que cambiar cosas. Se han visto a lo largo de todo el año: problemas de subviraje y, sobre todo, la falta de entendimiento con las actualizaciones. El rendimiento del coche en pista no reflejaba los datos que se veían en el túnel de viento. No había una correlación entre ambos –de ahí el famoso concepto en redes sociales de las 'peoras'–. 

Pero hay otra cuestión a tener en cuenta: el liderazgo en la parte técnica. Da la impresión de que ha habido ciertos momentos, a lo largo de la temporada, en los que no se sabía muy bien qué dirección tomar. Y, en ese punto, la figura de un líder es especialmente fundamental. 

El 2023, que fue prácticamente un sueño, se dibuja ya muy lejos en el horizonte... pero, en realidad, la situación era un poco parecida. Sí, fueron seis podios mágicos de Fernando Alonso, pero se fueron diluyendo con el paso de las carreras porque las actualizaciones no terminaban de cuajar. 

En este punto, la figura de Dan Fallows fue crucial. Llegaba con las ideas claras de Red Bull, que había hecho un coche ganador para 2022 –él se incorporó a Aston Martin en abril de ese mismo año–. Sus ideas influenciaron, y mucho, a ese AMR23 del éxito, pero a la hora de desarrollar y mejorar el concepto, las ideas no terminaron de llegar. No fueron suficientes y acabaron perdiendo con McLaren, que se convirtió en su principal rival a pesar de sus inicios de año tan dispares.

Lawrence Stroll, no obstante, se ha encargado de esta circunstancia. Enrico Cardile y próximamente Adrian Newey podrán calmar las aguas de este problema. 

Queda tiempo para seguir desarrollando el concepto, no obstante. No será algo definitivo. Si el coche de final de temporada no es competitivo, no va a significar necesariamente que el 2025 vaya a ser un año 'tirado a la basura'. Pero sí que terminar el curso en horas bajas va a condicionar un inicio difícil. 

La realidad es que no va a haber podios –en circunstancias normales–. Pero, ¿implica eso que el año que viene también será imposible acceder a ellos? No. Las actualizaciones podrían ir por el buen camino, siempre y cuando se encuentre una base adecuada para ello. Sin embargo, ese desarrollo y avance no implica que se vaya a traducir en una ganancia sustancial de posiciones. El resto de equipos de la parrilla también tienen el objetivo de progresar y esa otra carrera, la de las fábricas, es tan importante como la actuación de los pilotos el domingo.