Newey: Alonso y Vettel "hubieran sido Senna y Prost" en Red Bull

Newey fue participante activo en las negociaciones que Alonso y Red Bull mantuvieron durante 2007 con vistas a un cambio de aires que nunca se produjo. De hecho, Adrian y Fernando coincidieron en una reunión durante el GP de Bélgica, un episodio descrito por el mismo bicampeón en el prólogo de la biografía del ingeniero.

El gurú de la aerodinámica piensa en Fernando cuando echa la vista atrás en busca de un talento con el que le hubiera gustado trabajar. Lamenta no haber coincidido con él en el mismo box.

"Uno de los grandes de la era reciente es Fernando Alonso. Trabajar con él hubiera sido fantástico. Parece que ha tenido mala suerte con algunas elecciones que ha hecho, pero siempre que ha hablado con él ha sido muy amable", explica en una entrevista de Cristóbal Rosaleny para la revista Esquire España.

"La capacidad de Fernando para pilotar sobrepasa a menudo al coche que tiene entre manos. Creo que esa es la señal de un piloto que es grande de verdad: la habilidad para destacar a pesar de que no conduzcas un coche muy bueno".

Newey piensa que gestionar a Alonso y Vettel bajo un mismo techo hubiera sido como vivir "una de esas peleas entre Ayrton y Alain".

"Es una de esas cosas que por desgracia nunca ocurrió. Estuvo muy cerca. Es una verdadera lástima que no se consiguiera. Creo que hubiéramos tenido muchos éxitos juntos, pero no salió".

"Red Bull generalmente siempre ha intentado seguir la política de desarrollar a sus pilotos desde jóvenes, en vez de comprar talento ya existente. Ésa era una pequeña consideración. Nos vimos un par de veces. Las negociaciones se hicieron en Austria. Estuvo cerca, pero no pasó".

También se arrepiente de no haber pasado más tiempo con Ayrton Senna, con quien coincidió en Williams en 1994.

"Con Ayrton, la relación fue muy corta. Fue una pérdida enorme para todo el mundo. Trabajar con él no era intimidante, pero sí que es cierto que se dice que algunas personas tienen un aura… y Ayrton tenía un aura. Tenía algo especial. No sabías qué era, pero tenía algo que le hacía destacar".

"Lo principal de Ayrton era su curiosidad. Le encantaban las carreras y le fascinaban los coches. Recuerdo vivamente que la primera vez que visitó Williams, le di un tour por la fábrica y le enseñé el modelo del túnel de viento, que era el coche de 1994. Estábamos a finales de 1993”.

"Se lo enseñé y se arrodilló de inmediato para inspeccionar cada detalle, y me pidió que le explicara los detalles. Tenía un conocimiento enorme. Ése es mi mayor recuerdo de él: su curiosidad y su entusiasmo por todas las facetas del automovilismo, no sólo por la conducción, sino por todo lo que lo rodea".