Los motoristas de F1 se cierran en banda ante un posible 'BoP'... al menos hasta 2026

Como se sabe, el asunto de Renault fue puesto encima de la mesa de la Comisión de F1, quien pasó la pelota a la Comisión de Motores.

De hecho, nadie esperaba una decisión sobre el particular, sino un primer intercambio de impresiones, aunque la decisión no puede demorarse mucho si se quiere sea operativa para 2024. Pero la reunión 'exploratoria' sí que dejó claro que los motoristas se oponen formalmente a un BoP.

Sin embargo, Renault/Alpine tiene la esperanza de que se les conceda alguna derogación. No puede permitirse arrastrar el déficit actual hasta finales del presente ciclo, es decir por dos temporadas más.

La impresión 'positiva' de Renault tiene su base. El comunicado de la FIA sobre la reunión señala que "en relación a las unidades de potencia, en el inicio de este ciclo se acordó con los motoristas que se ofrecería la posibilidad de adecuar las prestaciones a partir de 2023 para evitar que una diferencia excesiva de prestaciones se mantuviera durante un periodo prolongado. La FIA ha analizado las prestaciones de la primera parte del campeonato y ha concluido que existe una notable diferencia de prestaciones entre los participantes".

La idea de 'congelar' el desarrollo de motores tenía un doble motivo: evitar una escalada de costes y que los motoristas pudieran concentrar sus recursos en el desarrollo de los nuevos motores para 2026.

Renault cree que su motor está 30 caballos por debajo del mejor motor de la categoría. Las restantes motoristas admiten que el motor francés está por debajo, pero sostienen que la cifra es exagerada.

La idea de la FIA parece ser que la diferencia de potencia entre los motores térmicos no debería superar un 2%, lo que equivale aproximadamente a unos 20 caballos. Y lo deseable, incluso para los motoristas, es que la diferencia esté al nivel del 1%.

Cara a 2026, la FIA piensa que la diferencia entre motores no debe superar el 3% –pero hay que tener en cuenta que las unidades térmicas serán mucho menos potentes– y si se da el caso, los motoristas se reunirán 'para discutir de buena fe' qué cosa se pudiera hacer.

Lo que prevé el reglamento de 2026 es que cada temporada, durante los cinco primeros Grandes Premios, la FIA hará un seguimiento especial de los motores. Y si un motorista está un 3% por debajo, tendrá habilitada una ventaja para mejorar las prestaciones, utilizando incluso el banco de pruebas. Es decir, algo similar al 'hándicap aerodinámico' que se aplica ahora.

Entre tanto, el Grupo de Trabajo de motores debe buscar alguna propuesta, una solución consensuada. Algo que en la F1 acostumbra a eternizarse y convertirse en discusiones bizantinas. Lo que parece descartado es la primera propuesta de la FIA, un 'bonus' en el flujo de carburante.

De momento estamos en el 'sí, pero no' o 'no, pero sí'… como mucho, 'ni sí ni no, sino todo lo contrario'.