Los equipos quieren negociar el Pacto de la Concordia 2026, pero aún no saben cuántos serán

Con un cambio de reglas técnicas importantes cara a 2026, la necesidad de inversiones para mejorar las ‘herramientas’ de I+D, y la pretensión de la FIA de abrir la participación a uno o dos equipos más, no quieren dejar la negociación para el último momento.

Toto Wolff quisiera comenzarlas ya. Otros equipos le secundan. Pero ninguno parece desear grandes cambios, sino simples mejoras sobre el Pacto actual. Zak Brown se muestra claramente partidario de esta vía.

En el nuevo acuerdo entrarán en juego otros factores. Los pequeños equipos quieren alguna regla compensatoria porque mientras los grandes tuvieron dinero suficiente para invertir en utillaje antes de que entrara en vigor el techo presupuestario, ellos no pudieron hacerlo. Y ahora, con las finanzas en mejor estado se encuentran que tienen las manos atadas para estas inversiones.

En Silverstone, Toto Wolff y Mohammed Ben Sulayem tuvieron una conversación en el motorhome de la FIA. Wolff dijo que había sido porque hacía mucho tiempo que no hablaban, pero a buen seguro que sobre el tapete estuvo la cuestión que parece preocupar más a todos los equipos actuales: la posibilidad de tener que repartir el pastel -léase dinero- entre más equipo.

"No fue una conversación divertida. Según qué cosas es mejor comentarlas en directo. Intercambiamos algunas ideas", dijo Toto, pero no se trataba de una negociación ni discusión, aunque hablaron de sus puntos de vista de partida sobre la F1, el Pacto Concordia y otros detalles.

La cuestión más urgente es conocer si la FIA admitirá nuevos equipos o no, en óptica 2026. Es decir, las partes en las que se dividirá el pastel. El actual Pacto Concordia prevé hasta 12 equipos y 25 Grandes Premios. Los diez equipos actuales no quieren más actores ni más GP que los 24 previstos para 2024. 

Stefano Domenicali ha expresado de nuevo, pese a lo que en su momento dijo Maffei, de que no ve necesidad de aumentar el número de equipos.

Liberty no quiere repartir más dinero que el porcentaje actual. Los equipos no quieren perder. Los pequeños creen que si se abre la veda, pierden valor a la hora de una posible venta. Y temen que un equipo nuevo pueda invertir lo que necesite en ‘herramientas’ de forma ilimitada mientras ellos sólo pueden hacerlo de forma limitada. También temen que alguno de estos nuevos equipos pueda mermar unos ingresos que les son imprescindibles. 

En teoría, la FIA debía decir a mitad de este mes -que se cumple mañana- si alguno de los dossiers de candidaturas pasaba el corte. Es una decisión que no puede demorarse mucho.

En diversas ocasiones los equipos han hecho valer su voz: si quieren entrar en F1, que compren un equipo, como ha hecho Audi. Pero ninguno de los actuales quiere vender. Otras veces dicen que un nuevo equipo debería aportar valor a la F1, un concepto vago teniendo en cuenta que alguno de los equipos actuales poco aporta en ese sentido.

Hay muchas cosas a discutir, como se ve. Y eso lleva su tiempo sobre todo en una disciplina en la que las discusiones y negociaciones se eternizan… para pactar aprisa y corriendo en el último minuto.