La profecía de Senna en Imola 1994: "La F1 no volverá a ser la misma tras este fin de semana"

Profundamente religioso, casi místico en algún momento, se ha dicho que se creía poseído por un don divino que le permitía ser el más rápido en la pista. Antes de correr siempre leía La Biblia. ¿Se sintió como una revelación? ¿Tuvo un mal presagio?. Es posible, Hay toda una serie de detalles que intuía que algo en el ambiente no iba como era debido y que debía hacerse algo.

El mortal accidente de Roland Ratzenberger le impactó mucho. Y hay una serie de detalles, incluso previos al fallecimiento del piloto austríaco, que pueden interpretarse como que una cierta premonición antes el GP de San Marino.

Sid Watkins, el médico de la F1, confidente de Senna muchas veces, señaló en su libro -y también lo dijo en algunas entrevistas- que Ayrton estaba inquieto el sábado por la noche, como si temiera que pasara algo y que incluso en algún momento le pareció que no deseaba correr, incluso que pensaba en la retirada.

Watkins, en su libro ‘La última noche con Ayrton, le dijo "Ayrton, déjalo, no corras mañana, hay muchas otras cosas en la vida. Has ganado tres mundiales, eres el mejor piloto del mundo. No tienes necesidad de arriesgar ahora. Vámonos de aquí, vamos a pescar". Tras un silencio, el brasileño le respondió: "Hay cosas que escapan a nuestro control. Necesito continuar".

Hay un antes y un después de este Gran Premio de San Marino en Imola. La seguridad cambió de forma radical y la evolución es continua, imparable. Necesitaba continuar, casi como si fuera una misión. "La F1 no volverá a ser la misma este fin de semana".

De hecho, las reticencias habían comenzado antes. Llegó a Imola sólo el jueves en lugar de los miércoles como solía hacer, al igual que los otros pilotos. El viernes le impactó el accidente de Barrichello, entonces con sólo 22 años, y acudió a verlo al hospital tras su accidente en los primeros ensayos. Y el sábado, acudió al lugar del accidente de Ratzenberger.

"He logrado el mejor tiempo, pero eso no significa que las cosas vayan bien. Esta pista es un desastre... Los coches son imprevisibles, corren mucho y cuesta conducirlos. Será un año con muchos accidentes y creo que podemos darnos con un canto en los dientes si no ocurre nada grave", confesó al periodista italiano Giorgio Terruzzi, Senna se había quejado al equipo de su coche, excesivamente rígido; difícil de pilotar, no había puntuado en las dos carreras anteriores, no parecía contento.

Alain Prost explicó más adelante que recibió una llamada de Ayrton antes del Gran Premio. Prost había dejado el equipo para hacer sitio a Ayrton… o, mejor dicho, para no volver a correr con él de compañero. La rivalidad entre ambos era extrema desde que ambos coincidieron en McLaren. "Vuelve, te echo de menos me dijo", admitió el francés.

Adriana Galiteu, entonces novia de Ayrton, estaba en Sintra (Portugal) y recibió una llamada de Ayrton el sábado. No era para confirmar que se verían el domingo por la noche, tras el GP, como habían planeado, sino para explicarle sus temores. "Le dijo  a Adriana que no quería correr, que tenía un mal presentimiento", explicó la madre de la modelo.

Más tarde Adriana admitió que Ayrton le dijo "odio esto, es una mierda. Un austriaco se ha estrellado y se ha matado. Lo he visto todo, Ha muerto delante de mí. ¡No quiero correr!"

Cuando el domingo llegó al circuito habló rápidamente con Lauda y Berger. Quería que los pilotos hablaran sobre seguridad y quedaron en convocar una reunión justo antes del siguiente Gran Premio. Mónaco. 

Se habló de seguridad en Mónaco… pero Ayrton ya no estuvo en esa reunión, aunque a buen seguro los otros pilotos pensaron en él.