La Fórmula 1, pendiente de los graves incendios que azotan Australia

Las altas temperaturas y los fuertes vientos son algunas de las causas que han originado estos fuegos y que han avivado su avance. En Sídney se alcanzaron los 48,9 grados la semana pasada. Hasta el momento han ardido 5,8 millones de hectáreas, lo cual equivale a 58.000 kilómetros cuadrados. Esto supone una superficie mayor a países como Bélgica, Suiza, Estonia o Croacia.

El balance de víctimas mortales asciende a al menos 24 personas, aunque han tenido que ser evacuados miles de ciudadanos. A ello se unen los daños materiales, y es que 1.300 hogares han sido devorados por las llamas. Sin duda, los animales han sido algunos de los más afectados. Un 30% de los koalas del sureste del país han muerto debido a los graves incendios y los canguros también han sufrido las consecuencias del fuego. El total de animales fallecidos es de 480 millones, según datos de la universidad de Sídney.

Ante esta situación, la preocupación por el medio ambiente va en aumento y la percepción que se tiene de la Fórmula 1 como un deporte especialmente contaminante puede levantar reacciones contrarias a la categoría. Según informa la BBC, el Gran Circo está en contacto constante con los organizadores del GP de Australia para interesarse por la situación y están estudiando diferentes vías de apoyo a los afectados por los incendios.

La Fórmula 1 cifra en 256.551 toneladas de carbono la cantidad emitida en la temporada 2018 y trabajan para reducirla. A la introducción en 2014 de los motores híbridos se le suma el objetivo de que el porcentaje de biocombustible utilizado pase del 5,75% al 10% en 2021. Además, a finales del pasado año se anunció que para el 2030 aspiran a reducir la huella de carbono a cero.

No obstante, cabe destacar que solo el 0,7% del carbono emitido en la categoría proviene de los monoplazas. Afectan también los desplazamientos por aire, mar o carretera tanto de piezas de monoplazas como del personal que trabaja en la Fórmula 1.

Estos elementos entran en juego en cualquier otro deporte como el fútbol, baloncesto o tenis. La huella de carbono del Mundial de Fútbol de Sudáfrica en el año 2010 ascendió a 2,8 millones de toneladas. Esto supone hasta 10 veces más que la de el Gran Circo, en contra de lo que pudiera parecer.

La FIA tiene claro que la categoría reina debe preocuparse por el medio ambiente y actuar en consecuencia, no solo por el planeta sino también por su propia supervivencia, más aún tras la entrada en acción de la Fórmula E.

"El automovilismo puede estar en riesgo por dos razones: una, el medio ambiente y dos un gran accidente. La seguridad y el medio ambiente son cruciales para asegurar el futuro del automovilismo2, afirmó Jean Todt.

Por su parte, Chase Carey ha recalcado el compromiso de la categoría reina, y en consecuencia de Liberty Media, con el medio ambiente y el cuidado del planeta. Ha reconocido que todavía están estudiando cómo alcanzar la eliminación de las emisiones de carbono, pero aspira a que la Fórmula 1 se convierta en referente.

"No tenemos una hoja de ruta completamente detallada, pero el papel que queremos desempeñar es un papel de liderazgo. Esperamos estar a la vanguardia para mostrar lo que es posible. Para nosotros, este es un problema ofensivo, no defensivo. Tenemos la capacidad y la oportunidad de desempeñar un papel de liderazgo y desarrollar un camino hacia los objetivos que nos hemos propuesto", ha expresado.