La FIA aclara la salida de Renault como motorista: "No queremos forzar a nadie"

Renault ha suministrado motores al equipo con base en Enstone desde que regresó a la F1 en 2015, pero no ha terminado de despegar. La normativa actual no les ha permitido crecer, y han ido descendiendo poco a poco. Sólo hay que ver que llegaron a alcanzar la cuarta posición en el campeonato de Constructores durante la temporada inaugural de los coches de efecto suelo. Pero se han ido desinflando... y necesitaban un cambio. De ahí parte la importancia de la llegada del nuevo asesor ejecutivo de Alpine, Flavio Briatore. 

El futuro de Viry-Châtillon ha dado un giro de 180 grados en los últimos meses. El grupo Renault ya ha confirmado lo que todo el mundo esperaba: pasaría a ser equipo cliente de Mercedes en 2026, después de que se anunciase que el proyecto de la unidad de potencia de F1 había quedado cerrado y descartado para el cambio de reglamento que entrará en vigor en un año y medio. Un cambio en el guion establecido hasta el momento y que busca volver a dar la solidez necesaria a Alpine, después de una temporada muy complicada –que se ha salvado por el doble podio en Brasil–, donde no han conseguido despegar a pesar de los intentos.

La realidad es que Renault se había comprometido a ser uno de los seis motoristas de la competición. Ahora, sólo habrá cinco: Audi, Ferrari, Honda, Mercedes y Red Bull Powertrains. Entonces, ¿cuál fue la reacción de la FIA? El director de monoplazas, Nikolas Tombazis, ha sido claro al respecto: ellos no tenían intención de obligar a nadie a que hiciera la inversión. Con independencia de que hubieran adquirido, o no, un compromiso al principio. Entienden que la situación ha podido cambiar con el tiempo y, al aportar una solución –convertirse en equipo cliente de Mercedes– no hay mayor problema. 

"Cuando definimos el proceso de inscripción, discutimos que este estaba diseñado para cubrir los costos de la FIA relacionados con supervisar a los fabricantes de unidades de potencia en la creación de estas normativas", ha especificado en palabras que recoge el portal Motorsport Week. 

"Pero no está diseñado para obligar a nadie a continuar en el deporte. Hablamos de una inversión de 120, 130 o 140 millones de dólares al año, que, en cinco años, se acerca a los 1.000 millones. La FIA nunca forzaría a un fabricante de equipos originales a asumir tal inversión solo por haberse inscrito y haber pagado una pequeña tasa de registro", ha subrayado. 

Es decir, la posibilidad de retirarse siempre ha estado sobre la mesa. No tenían intención de que nadie realizara esa inyección de capital si no querían o no podían asumirlas. 

"Siempre ha sido posible para cualquiera retirarse, y queremos que la gente se quede porque lo desea, no porque les forzamos", ha sido franco.