F1

CRÍTICA CINE

'Ferrari': ¿Oportunidad perdida o una película de carreras que vale la pena?

Analizamos si merece o no la pena ir a ver la película a partir de este 9 de febrero en los cines españoles
La relación personal de Enzo Ferrari con su esposa, su amante y la gestión de la muerte de su hijo Dino marcan la trama de la cinta
Un fragmento de la película 'Ferrari'
Un fragmento de la película 'Ferrari'
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07 Feb 2024 - 18:27

'Ferrari' se sitúa en uno de los momentos más complicados de la vida del fundador de la escudería. Hay que trasladarse a la Mille Miglia de 1957 para empezar a contar esta historia, la que quizás sea una de las etapas más cruciales de los del Cavallino y que incluso se adentra en la vida personal de un Enzo Ferrari que todavía no había elegido al 100% su futuro, justo después de la muerte de su hijo Dino. Y hay carreras, adrenalina, momentos de tensión... ¿Pero esta versión de Michael Mann –el director– es suficiente?

La película se estrenará en cines este viernes, 9 de febrero, pero en SoyMotor.com hemos tenido la oportunidad de poder disfrutar de ella un 'poquito' antes que el resto tras la invitación de Diamond Films. Así que podemos analizar si a un verdadero apasionado del motor y la adrenalina le vale la pena esta cinta sobre la vida de Ferrari, o si por el contrario es un producto demasiado generalista. No hay ninguna intención de hacer 'spoilers', sólo una 'recomendación' –desde nuestro humilde punto de vista–. 

Dos horas y once minutos de película en la que no hay partes de relleno... pero a las que quizás les falta contenido. Cuenta lo que quiere contar, como lo tiene que contar y de forma dinámica. Se adentra en los entresijos de uno de los momentos más complicados de la vida privada del fundador de la Scuderia. Trabajo, amor y las dificultades de la paternidad se van entrelazando para tratar de dar forma a ese verano de 1957, en la que las cosas fueron bastante complicadas para Enzo Ferrari –interpretado por Adam Driver– también a nivel económico, con la posibilidad de tener que echar 'el cierre' al equipo sondeando.

Pero lo hace sólo en unas cuantas semanas. Pasan muchas cosas, cierto, pero es sólo una pequeña parte de la historia de 'Il Commendatore' y de su familia, tanto la personal, sobre todo tras la muerte de su hijo Dino, como la del mundo del motor. Así que ni sirve como referencia histórica, de hecho, se queda a un paso de lo 'superficial'. No ahonda, algo que puede llegar a sorprender, teniendo el escaso marco temporal en el que se encasilla la historia, que podría dar para ser mucho más 'detallista'.

Hechas estas primeras aclaraciones, es importante distinguir precisamente entre esos dos puntos más importantes de la historia: vida privada y profesional. Empecemos por la segunda, que es la que más puede interesar a un lector como 'tú', un apasionado probablemente del motor. Ferrari es velocidad, instinto de competición. Y, por el tráiler, parecía que se iba a poder disfrutar de esa emoción también aunque fuese a través de una pantalla. Pero quizás se queda un poco corto. 

La trama principal versa sobre las carreras, pero hay, tal vez, demasiados elementos que empañan lo que podría ser la Scuderia 'pura y dura'. De ahí que se pueda entrelazar fácilmente con la vida personal de Enzo Ferrari. 'La Mille Miglia', la mítica carrera de resistencia que era capaz de recorrer media Italia y que acercaba el autociclismo a las propias calles de las ciudades, tiene relevancia. Por supuesto. Es parte fundamental de esas semanas en las que 'Il Commendatore' tiene que tomar las decisiones pertinentes para que el futuro del equipo no se pusiera en juego. Y hay imágenes, algunas históricas y otras recreadas, que sí merece la pena disfrutar en una pantalla grande. Hay emociones que sólo el cine puede llegar a transmitir.

En ese momento, disfrutas plenamente de la emoción que se vive en una carrera. La tensión en los cambios, en los reportajes, los adelantamientos imposibles en los que siempre se pide 'un poco más', las salidas de pista... Hay minutos en los que se vive realmente con intensidad. 

Sin embargo, el fracaso de su matrimonio con la madre de su hijo Dino y la relación con su amante –de la que, de nuevo, nos vamos a abstener de hacer ningún tipo de 'spoiler'– ocupan gran parte de la trama. Quizás más de lo que se podría intuir al ver el tráiler inicial, antes de llegar a la sala de cine. Entretiene, no nos vamos a engañar, pero también puede llegar a distraer de esa preparación para la carrera de resistencia más complicada de Italia que se celebró durante tanto tiempo, y que recorría carreteras normales. 

Sí disfrutarás de algunos momentos de velocidad, sobre todo si adoras las carreras. Pero hay movimientos extraños dentro del coche que pueden llegar a sorprender. Los 'efectos especiales' terminan por empañar la película, tiran demasiado de espectacularidad y no dejan que transcurra con normalidad, tanto en los cambios de marcha de los pilotos, como en el momento en el que empiezan a disputarse una posición. ¿Frenar antes, después... dejar pasar o causar un accidente?  

Por no hablar de los accidentes mortales –no vamos a decir si hay uno o más– en los que la exageración puede llegar a hacer que la situación sea inverosímil por demás. Los pilotos salen del coche volando –literalmente–. La situación incluso puede llegar a ser cómica, cuando estamos hablando de algo tremendamente espeluznante, pues alguien ha perdido la vida mientras estaba subido en un coche de carreras.

Tampoco sorprende que la parte personal 'distraiga' del verdadero sentido de la película, que es el que acabamos de relatar, con las dificultades económicas y los problemas siendo el 'talón de aquiles' del protagonista. El momento personal de Enzo Ferrari era muy complicado. Su matrimonio con Laura Garello –Penélope Cruz, espectacular, por cierto–, esposa y también socia, fracasó. Una relación difícil, sobre todo de convivencia y todavía más 'oscura' después de la muerte de su hijo, Dino, al que los dos parecían estar muy unidos. Un hecho al que se le da mucha importancia, por la escasa distancia temporal entre el inicio de la película y el momento en el que el joven fallece. De hecho, 'Il Commendatore' va cada mañana a llevarle flores, a hablar con él, a llorar a su tumba. No era su mejor momento, y eso se muestra en las escenas de intimidad.

El estado psicológico en el que se encontraba era complicado, sobre todo por la existencia de Lina Lardi –Shailene Woodley–, su amante y con la que mantiene una relación extramatrimonial que le sirve de refugio. La joven, madre de Piero, hijo de Ferrari aunque al que duda si darle o no el apellido, vive en una casa en la que, de vez en cuando, dormía el fundador de la Scuderia tras una década juntos. No era una gestión sencilla esa tampoco, sobre todo porque no quería que su mujer, Laura, se enterase para no hacerle más daño tras la ausencia de su hijo. 

Y no era para menos. Parte de la trama se basa en la búsqueda del 'heredero' del imperio. Dino fue el primogénito, habría sido el sucesor... Pero falleció. La existencia de Piero es clave en este aspecto. Pero, ¿qué hacía Ferrari? ¿Le daba el apellido a un niño del que prácticamente nadie sabía la existencia y se dejaba guiar por sus sentimientos? No vamos a resolver esa duda, aunque la referencia histórica está más que clara. La trama, en sí, no es sencilla porque pasan muchas cosas durante ese verano, por eso quizás distrae de lo más importante.

De todas formas, y aunque puede que sorprenda, llegados a este punto, la recomendación es que no pierdan la oportunidad de ir a verla a los cines. Quizás no haya cumplido con las expectativas de una servidora –que eran muy altas, a la altura de Ferrari–, pero merece la pena plantarse en una sala de cine, palomitas en mano, para poder hacer una crítica propia. 

No vamos a ser demasiado 'críticos'. La película quizás sea una 'oportunidad perdida' no para entender la vida de Ferrari, sobre la que se podría haber hecho mucho más hincapié sin restar protagonismo a ciertos aspectos de su vida, y que quizás no ha tenido al mejor actor, un Driver que en ocasiones resultaba un poco inexpresivo –al menos en los gestos, porque la película estaba doblada–. Sin embargo, la actuación de Penélope Cruz fue impecable. Recrea a Laura, la mujer de 'Il Commendatore'. Triste, rota por la muerte de su hijo, pero esencial para la continuidad de la Scuderia. Eso sí se refleja bien, de hecho en ocasiones se empatiza mucho con ella.

Igual que pasa con la amante, Lina Lardi –Shailene Woodley–, en la línea de la actriz, con un papel sosegado, tranquilo. La que mejor comprende a un Enzo Ferrari que por momentos podía llegar a sentirse perdido, pero que encontraba allí refugio con ella y su hijo, Piero Ferrari –Giuseppe Festinese–. Y poco más, porque ciertas escenas de 'humor' –aunque sin causar demasiada risa– se entrelazaban con la aparición del piloto 'protagonista', Alfonso de Portago –Gabriel Leone–, Piero Taruffi –Patrick Dempsey– y Peter Collins –Jack O'Conell–. Quizás por eso no llegó a enganchar como parecía.

1 comentarios
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09 Feb 2024 - 07:35
Comment

Un autentico pastiche. Los coches son figurantes y las escasas escenas de competición solo atufan a falso. Tópico tras topico hasta el final. Lo único gracioso, el cameo de Marc Gené. No gastéis vuestra pasta.

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16 Mayo 2024 - 13:15