Ecclestone se retracta y apoya a Caterham: "Tratamos de ayudar"

Esta discordia ha dejado al equipo malayo en una situación estancada que ha supuesto el cierre de la fábrica de Leafield. Sus 200 trabajadores se han dirigido esta mañana a su trabajo como cada día, pero se han encontrado las puertas de la sede de Oxfordshire cerradas por los administradores. Están en una posición desesperada ante el temor de perder su trabajo y de no poder enviar los monoplazas a Austin para disputar el GP de Estados Unidos.

La cara: "Estamos tratando de ayudarles en todo lo que podamos"

La noticia del delicado momento que atraviesa Caterham corrió como la pólvora nada más conocerse y llegó hasta los oídos del mandatario del Mundial, Bernie Ecclestone, al que pareció no importarle demasiado. "Es mejor que se vayan. No quiero a nadie pidiendo limosna por el paddock. No sé quién es el propietario de Caterham, ni me importa. Ellos dirán lo que más les interese", declaró en The Sun.

Pero después de haber pronunciado estas duras palabras, Mr. E ha querido retractarse y ha tendido la mano a la escudería de Leafield por si necesitan su ayuda. "Estamos tratando de ayudar en todo lo que podamos, es lo que hacemos con alguien que tiene que enfrentarse a una complicada dificultad. Todo lo que sé es lo que me han dicho y no estoy seguro de que todo sea verdad", manifiesta Bernie esta vez a la BBC.

La cruz: "Es mejor que se vayan. No quiero a nadie pidiendo limosna por el paddock"

El magnate británico también fue cuestionado por el futuro inmediato de Caterham, por si podrán competir al menos en las tres carreras que restan de la temporada (Estados Unidos, Brasil y Abu Dabi), pero asegura no tener la suficiente información como para saberlo: "Es un poco complicado ser capaz de decir cualquier cosa sin un conocimiento real de la situación". Además, aclaró que no le gustaría perder en la parrilla a equipos como Caterham.

En definitiva, Ecclestone ha mostrado dos posturas diferentes en un mismo día, así que ¿con cuál nos quedamos? Ha defendido numerosas veces que le gustaría tener un campeonato con tres coches en los equipos más competitivos, pero si quisiera la marcha de Caterham se estaría echando piedras contra su tejado por la norma que permitió en 2010 la llegada de Lotus, Virgin e Hispania. Demasiado difícil está todo como para complicarlo aún más.