Noticias

El equipo Toro Rosso se marcha de Shanghái con una sensación de absoluta impotencia. Y no es para menos, pues diferentes problemas de fiabilidad han impedido que tanto Carlos Sainz como Max Verstappen terminaran dentro de la zona de puntos por segunda vez consecutiva. El madrileño, quien ha hecho un trompo en las primeras vueltas de carrera, ha visto cómo una avería en la caja de cambios frenaba su remontada hacia la lucha por el Top Ten, mientras que un espectacular Max Verstappen aparcaba su monoplaza a cuatro vueltas del final después de ofrecer toda una exhibición de talento y valentía adelantando a sus rivales en puntos críticos del trazado durante el transcurso de la carrera. 

Williams se tiene que conformar con ser, por ahora, la tercera fuerza del Mundial, ya que no han sido capaces de mantener el duelo que iniciaron con Ferrari en la clasificación. Massa y Bottas han finalizado en la quinta y sexta plaza respectivamente con un problema más que evidente en la velocidad punta que no le ha permitido luchar por los puestos de delante.

Gran carrera para McLaren queha visto como por primera vez en la temporada ambos coche shan conseguido llegar a la meta, objetivo que se plantearon desde ayer en clasificación. Button y Alonso, incluso se han permitido el lujo de luchar contra Pastor Maldonado, en posiciones retrasadas por culpa de sus errores. El positivismo inunda Woking, pero también la cautela, y saben que aún les queda mucho por mejorar.

La FIA ha comunicado que tanto Jenson Button como Roberto Merhi han sido penalizados, el británico por su toque con Pastor Maldonado y el español por no mantenerse por encima del tiempo estipulado durante el período de Safety Car. Button batallaba por ganarle la posición a Maldonado cuando, en la vuelta 50, intentando pasar al venezolano en la primera curva, medía mal las distancias y en la frenada se llevaba por delante al de Lotus rompiendo parte de su alerón delantero y provocando que Pastor trompeara.

Toto Wolff dice que el doblete de Mercedes en el Gran Premio de China fue la respuesta perfecta a su derrota en Malasia. Lewis Hamilton consiguió la segunda victoria de la temporada y extendió aún más su liderazgo en el Mundial tras batir a su compañero de equipo, Nico Rosberg, y a ambos Ferrari.

Pongan ante ustedes el cuadro que se pintó el sábado en la clasificación y tendrán delante una copia casi perfecta de lo que ocurrió en la carrera. Cambien apenas un par de pinceladas. Una reproducción exacta que firmaría cualquier artista impostor. 

Como siempre, en la rueda de prensa posterior a la carrera no han faltado los hombres de Mercedes, pero esta vez, la sonrisa la llevaba el tercer piloto que les acompañaba. Vettel sabe el mérito que tiene la hazaña que han conseguido en Ferrari, ganar con todas las de la ley a los dominadores de la nueva era, y por eso no ha perdido la mueca de satisfacción, e incredulidad, durante la conferencia. A continuación, las 10 declaraciones más destacadas:

A pesar de que tienen monoplaza y motor para acabar en los puntos, Lotus se va de Malasia otra vez sin sumar ninguno. Grosjean se quedó a las puertas del top ten, al que le arrebató toda opción de llegar Sergio Pérez al embestirle cuando le tenía la posición perfectamente ganada. Por su parte, la carrera de Maldonado comenzó mal con un pinchazo tras un toque de Bottas y terminó peor: abandonando por problemas.

Después del gran primer fin de semana de Sauber en el GP de Australia, donde ambos coches entraron en los puntos, muchos esperaban ver de qué era capaz el equipo suizo en Malasia. El potencial está ahí, el motor Ferrari ha demostrado que funciona bien y los pilotos saben sacarle partido al monoplaza. Pero desafortunadamente para ellos, esta vez no se llevan ningún punto de Sepang, aunque sí muchas conclusiones. Se mantiene el optimismo para China.

Mercedes ha tenido que esperar muy poco tiempo para llevarse el primer varapalo de la temporada. Con el dominio que venían demostrando en la pretemporada y en la primera cita de Australia era difícil imaginar que iban a dejar escapar la victoria en Malasia, pero la elección de una estrategia equivocada (de tres paradas y dando preferencia al neumático duro) favoreció la de Ferrari. Ahora, con un rival serio en otro garaje, aceptan el reto.

Satisfacción. No se puede concluir otra cosa después de escuchar las declaraciones de Carlos Sainz tras su segunda carrera en la Fórmula 1. El mejor de los españoles volvió a acabar en la zona de puntos tras completar una notable actuación en Sepang demostrando su entereza en la pista en los duelos que tuvo con algunos rivales, incluso del mismo color como Ricciardo. Normal que al bajar de su Toro Rosso luciera una sonrisa impóluta.

El del Gran Premio de Malasia ha sido un fin de semana complicado para Rosberg. El alemán estuvo separado en todo momento de su compañero por las intromisiones de los hombres de Ferrari. Vettel se coló entre ambos Mercedes en la clasificación, y no solo les amargó el sábado, también lo hizo el domingo, cuando se reparte lo importante. Nico no tuvo la opción de ni siquiera de competir por la segunda plaza del podio con Hamilton.

Sepang, ese circuito que siempre nos depara alguna sorpresa. Pero, esta vez, no llegó caída del cielo en forma de agua, sino que la pudimos ver venir desde la pista poco a poco. Cada vez haciéndose más grande. Cada vez abriendo más nuestros ojos. Volvía a estar ahí, el mismo que no se bajó del trono de hierro durante cuatro años, pero ahora con otro colores. Con unos que permanecieron apagados durante un largo letargo, y que hoy han vuelto a despertar.

Carrera complicada para Toro Rosso en Australia. Carlos Sainz ha terminado en los puntos sí, pero ha perdido 30 segundos en boxes por un mal pit-stop. También ha perdido dos posiciones al comienzo del Gran Premio por un problema de software. Max Verstappen ha abandonado tras un fallo en su motor Renault. Los de Faenza se marchan de Melbourne con la sensación de que disponen de más potencial del que hoy han mostrado sobre el asfalto.

Sensaciones encontradas en el box de Ferrari. El sábado perdieron la batalla con Williams, pero en carrera aspiraban a volver al podio, algo que no hacían desde Hungría 2014 con Alonso, y no fallaron en su objetivo. Vettel se sirvió de su buena estrategia para pasar a Massa con su parada. Sin embargo, Räikkönen, que bien podía haber acabado tras su compañero, sufrió unas complicaciones en boxes que acabaron por obligarle a abandonar.