Brendon Hartley quiere correr en los 1.000 kilómetros de Bathurst

Bathurst es la meca del automovilismo en Oceanía. Es un circuito atípico de 6’2 kilómetros de longitud, construido a caballo entre el Monte Panorama y las tierras que lo rodean. Los 1000 kilómetros son una prueba puntuable para el campeonato de los V8 Supercars, campeonato que goza de gran popularidad en la región.

Brendon compitió en las 12 horas de Bathurst en 2013, pero su equipo no terminó la carrera. Le agradó la experiencia y admite que quiere volver, pero esta vez para hacer la cita de los V8.

"Me gustaría hacerlo algún día. No es algo que esté encima de la mesa para la próxima temporada, porque estaré centrado totalmente en la Fórmula 1, pero sí que es una carrera que me gustaría tachar de la lista", explica en declaraciones recopiladas por Stuff.co.nz.

"Creo que Bathurst es uno de los mejores circuitos del mundo. Es una carrera conocida y todo el mundo ha oído hablar del circuito, saben lo especial que es", añade.

"Le Mans es la carrera de resistencia más grande, pero Bathurst es lo mismo en nuestro lado del mundo. No he estado en los 1000 kilómetros, pero es algo que me gustaría hacer algún día".

Pero eso no es todo. Cuando era piloto oficial de Porsche en el Mundial de Resistencia, Hartley no ocultaba su interés por explorar otras disciplinas del motor.

"Me encantaría hacer las 24 horas de Nürburgring. Nunca las he hecho. Me encantaría. De hecho, también soy algo adicto a las cadictas de tierra. Me gustan los speedway y mi hermano corre con coches ‘sprint-car’ en Nueva Zelanda. Yo también los he probado".