Audi acelera el ritmo de su entrada en la F1

Tranquilizado porque se rumoreaba intensamente que la firma de los cuatro aros podría estar cuestionándose la entrada en la F1, dentro de un replanteamiento de objetivos ya que ha habido algunos cambios importantes de organigrama y competencias.

Una F1 que se ha permitido decir ‘no’ a Andretti, pero que tuvo que ‘transigir’ con el ‘no’ de Porsche, no podía permitirse la pérdida de Audi cuando la continuidad de Alpine podría llegar a estar pendiendo de un hilo si no hay una reestructuración profunda.

Sorprendido porque en su día se dijo que el plan de Audi era una toma de control progresiva: 25% el pasado año, como hizo; alcanzar el 50% durante 2024 y llegar al 75% en 2025, quedando el restante 25% en manos del inversor sueco, Finn Rausing. Pero al final, ha sido el 100% para los alemanes y de tacada.

Las razones de este ‘golpe de puño sobre la mesa’ deben ser otras. Van mucho más allá de un simple acabar con los rumores. Responde a la voz de alarma lanzada por Andreas Seidl, CEO de Sauber y encargado del proyecto ‘arquitectónico’ del equipo Audi.

Es la respuesta a lo que podría considerarse un ultimátum: o vamos a por todas ya o llegamos tarde. Y en F1, los retrasos cuestan mucho de recuperar.

Todo ello hay que situarlo en un contexto en el que los grandes equipos como Ferrari y Mercedes, están en pleno proceso de rearme para intentar dar caza a Red Bull.

En este contexto, los rumores eran una dificultad. Los técnicos contactados podrían no tener suficiente paciencia o aceptar otra oferta ante las dudas de la implicación germana.

Y había prisa en unir al equipo. El actual Sauber por el momento no levanta cabeza y no es previsible que lo haga el próximo año. Pensar que todo se reconducirá para ser mínimamente competitivos en 2026 suena a entelequia.

En otras palabras, las inversiones previstas no pueden esperar, había que hacerlas hoy para que sean operativas el próximo año. Y hay que fichar a los técnicos hoy para que pueden incorporarse lo antes posible, si es en septiembre-octubre mejor que en enero.

El mensaje también va dirigido a los pilotos. Buena parte de las estrellas tienen contrato a largo plazo. Pero el grueso acaba contrato este año y habrá que convencerlos para que se incorporen al proyecto Audi antes de que firmen por dos o tres temporadas con otro equipo.

Audi necesita algo más que simples pilotos rápidos. Necesita pilotos con cualidades de liderazgo, de aglutinar equipo, de trabajar intensamente con los ingenieros. Pero, asimismo, pilotos que sepan sufrir uno, dos, quizás tres años de crecimiento.

Se llegó a pensar que la salida de Oliver Hoffmann del Comité de Dirección de Audi podía ser la defenestración de éste o bien la de Andreas Seidl. Pero la cohabitación de ambos se impone y es clara. Seidl dirigirá el equipo, Hoffmann será el enlace con Audi, tendrá la responsabilidad de los motores y del marketing.

Poco a poco se van sabiendo más cosas. Pero están claras dos cosas. La primera, que Audi se implicará a fondo. La segunda, que el equipo de F1 tendrá amplia autonomía, imprescindible para tomar decisiones con la rapidez exigida por la F1. Y la tercera, que no piensa perder este tren.

La marca de los aros triunfó en los Grandes Premios de la preguerra cuando era todavía Auto Union. Triunfó en los rallies, en Resistencia, en GT y DTM, en el Dakar… incluso en Fórmula E ha sido protagonista. No pueden permitirse fallar… aunque el plazo para ganar sea aquí más largo.