F1

Almacén F1

GP de México: Cirugía de equipo

Cuando a un circuito con carácter se le reduce a una caricatura no puede salir nada bueno
mercedes-redbull-mexico-laf1.jpg
José Miguel Vinuesa
1
03 Nov 2015 - 10:01

La incertidumbre que puede suponer el desconocimiento de un trazado para los pilotos es hoy insignificante. Ninguno conocía de primera mano el renovado Hermanos Rodríguez, ni siquiera Sergio Pérez, y sin embargo, aquella antigua capacidad de aprenderse más o menos rápido un circuito, que era una característica que podía marcar la diferencia, hoy ya no existe. Los simuladores permiten un nivel de exactitud y de entrenamiento que, cuando el primer piloto rodó en el trazado, ya había hecho al menos tres fines de semana de competición de manera virtual. 

Una lástima, por lo tanto, que esa circunstancia se haya perdido. Al menos nos quedó un asfalto muy resbaladizo, demasiado nuevo todavía, que propició en los primeros usos unas situaciones delicadas para los pilotos, deslizándose como en la nieve. Pero también esto se borró con el paso de las horas y los monoplazas. Quedaba, quizás, el trazado en sí. Pero cuando a un circuito con carácter se le reduce a una caricatura de sí mismo, nada bueno puede salir de ello. El otrora rápido y desafiante Hermanos Rodríguez era ahora lento, carente de ritmo. Sólo quedaba la recta principal como punto rápido (y mucho), pero con una ligera curva en su mitad cuando antes era de tiralíneas. 

El resto eran dos zonas de estadio (por estar rodeadas de gradas) muy lentas y sin desafíos, hasta el punto de compararlo con Mónaco, y unas 'S' que fueron en su gloria una zona rápida y técnica, pero que ahora queda simplificada, sin aliciente. La destrucción de la Peraltada, no por necesaria basándonos en motivos de seguridad, resulta menos lamentable: ahora un lento y absurdo complejo dentro de un estadio (espectacular en cuando a concepto y ambiente, eso sí) remata el final de una vuelta sin ritmo ni picante. Tampoco la altura en que se sitúa la ciudad de México supuso un problema para la fiabilidad, como antaño.

rosberg-mexico-sabado-laf1.jpg

Pero estas eran las premisas, y con ellas había que competir. Y, seguramente sin que sorprendiera a nadie, el competidor más fuerte de todo el fin de semana fue Nico Rosberg. Que no haya duda a malinterpretaciones: estuvo magnífico todo el fin de semana, y controló el Gran Premio a su antojo, pilotando con su natural suavidad y velocidad, esa que desde aquí hemos remarcado varias veces, e implorado por su vuelta muchas más. Pero decimos que difícilmente podía sorprender la competitividad de Rosberg respecto a su tricampeón compañero de equipo, porque lo único que a Mercedes le queda por conseguir para cerrar un año perfecto, es que Nico consiga el subcampeonato de pilotos.

Y por eso, la sensación es que Hamilton no volcó sobre el asfalto mexicano toda su competitividad, limitándose a cubrir las espaldas del otro Mercedes, compitiendo sin poner en peligro la victoria del alemán, al estilo de un Juan Manuel Fangio con Stirling Moss en Gran Bretaña 1955, o de un Michael Schumacher con Rubens Barrichello de manera más reciente. Juego de equipo, compañerismo. Así que ni siquiera la intentona de Lewis de no parar por última vez a cambiar neumáticos, como había hecho Rosberg, resultó del todo creible. Era obvio que iba a parar, pese a no tener necesidad. Mensaje para el público, quizás: "Puedo ganar esta carrera si quiero, pero estamos en otra fase, la de hacer equipo". Así que entró, mantuvo la disciplina, y volvió tras los escapes de Nico. Todo correcto. Todo comedido. Nada de sorpresas. 

Y era lógico. Sebastian Vettel, hasta México inquilino de la segunda posición del Mundial, había quedado fuera de juego tras su pinchazo en la primera vuelta, consecuencia de un toque con Ricciardo en la primera curva. En una carrera aciaga para el alemán, de esas que alguna vez le han ocurrido y ocurrirán a todos los pilotos, el subcampeonato quedaba prácticamente sentenciado a favor de Rosberg. Los dos errores de Vettel en la curva siete fueron clamorosos, y el segundo puso punto final a una carrera que, en un alarde de sinceridad, el alemán calificó como pésima (dicho suavemente). Una lástima, porque su posición de salida y su ritmo le garantizaban al menos el podio. Sería interesante no dejar de ver, en mitad de un bosque de errores, la gran vuelta de clasificación que firmó el alemán, muy cerca de los Mercedes en un circuito corto.

raikkonen-mexico-domingo-laf1.jpg

Tampoco el otro Ferrari iba a tener su día. Kimi Räikkönen salió penúltimo, y su remontada estaba siendo muy buena, con visos de realizar únicamente una parada. Pero, como ocurrió hace años entre Hamilton y Massa, la pareja de incidentes de la temporada se encontró en la pista: en la vuelta 22, Kimi se defendía de Bottas al llegar a la segunda chicane. Protegiendo el interior en la curva a izquierdas, desplazó al de Williams hacia el exterior, el cual, con dos ruedas fuera de la pista, volvió al trazado justo cuando llegaba el vértice de la curva a derechas, mientras a su vez Kimi cerraba la puerta. Lo hacía tarde, pero Bottas tampoco es que quisiera ceder (Button sí que lo hizo en una situación exacta con Vettel). Bloqueó las ruedas delanteras y embistió a Kimi. Resultado: el Ferrari con la suspensión trasera rota, el Williams adelante. Venganza de Sochi cumplida, de la que acabaría surgiendo un gran podio para Valtteri, con lo que la escudería de Frank Williams se garantiza el tercer puesto del Campeonato por segundo año consecutivo.

Por su parte, la nota vergonzosa la volvió a dar Mclaren. Sensores que no funcionan y provocan fallos cuya fuente no se encuentra y motivan el cambio de motor que vuelve a fallar en un sensor. Peor: partes que fallan y no se cambian, provocando que un bicampeón sepa antes de salir a correr que su coche no funciona, ni va a funcionar correctamente. ¿Tan difícil era cambiarlo? Quizás la nueva pieza hubiera funcionado. La falta de respeto no hubiera sido no salir a dar una vuelta. La falta de respeto es tener que salir a dar una vuelta, o dos, o diez, a sabiendas de que el motor está roto y no funciona. Hay que darse cuenta de lo que esto significa, y del desprecio que supone. Quizás para Honda es mejor hacer el ridículo de manera consciente, que exponerse a ridículos venideros. Pero la falta de profesionalidad debe echarse en cara, pues lo mínimo que debían hacer era cambiar la parte defectuosa. Una Mclaren-Honda a la que se le está acabando la pretemporada sin que se vean mejoras sustanciales en cuanto a fiabilidad.

Lástima por Carlos Sainz, que cuajó una carrera con varios errores de pilotaje, mientras su compañero rubricaba la quinta carrera consecutiva puntuando para los de Toro Rosso, algo que no vivían desde un lejano 2008, lo que da una muestra de lo excepcional que está siendo este año para los de Faenza. Y Nico cruzaba la meta. Y Lewis era segundo. Y era como si todo fuera demasiado quirúrgico, preciso, ordenado. Ahora que Nico se ha garantizado prácticamente el subcampeonato, esperemos que Lewis recupere su habitual mordida. Incluso, que los Mercedes luchen como a principios de la temporada pasada. Pero sin el aire plastificado que se respiró en México.

1 comentarios
Para comentar o votarInicia sesión
Default user picture
03 Nov 2015 - 16:48
Como ya habia escrito en otros comentarios un circuito insulso, lo de Mclaren vergonzoso, Alonso ni siquiera pudo pasar a Vettel que estaba pinchado
Te puede interesar
Lewis Hamilton y Toto Wolff, en una imagen reciente
F1

Pilotos cercanos a Leclerc y Alonso llamaron a Wolff tras enterarse de la marcha de Hamilton

Toto Wolff ha explicado cuándo empezaron las llamadas interesándose por el adiós de Lewis Hamilton. Y, según ha revelado el jefe de equipo, esto se produjo el propio día de la llamada de Carlos Sainz alertándole sobre este movimiento. "Esa misma tarde, recibí llamadas de otros pilotos cercanos a Charles Leclerc. Fernando Alonso también me llamó", ha confirmado. 

18
20 Nov 2024 - 13:57