Análisis de rendimiento del GP de Baréin F1 2016

Si a esto le sumamos que Massa ha dicho que con el morro nuevo el coche es inconducible -no creo que se hayan confundido tanto, tiene pinta de setup mal hecho-, tenemos un rendimiento verdaderamente pobre por parte de los Williams en esta carrera. Por cierto, me encanta el detalle de la W en la entrada de aire del morro:

Quitando esto, a los Mercedes y al Ferrari de Kimi, el grupo medio ha estado tremendamente igualado. Tanto, que ya no hay grupo de cola, son Mercedes, Ferrari y los demás. La muestra más clara está en que Wehrlein ha marcado la sexta vuelta rápida de carrera.

En un Manor, sí. Vale que es un circuito sin mucha curva -casi todas en el segundo sector-un circuito puramente de motor, con un motor Mercedes y un coche sin mucha carga aerodinámica que digamos -y sin el drag que conlleva-, pero el salto de los Manor es verdaderamente destacable.

También hay que destacar la labor de McLaren en un circuito que tampoco se adaptaba a sus características, y con un debutante que lo ha hecho muy bien. No os fieis de los tiempos del Haas, aunque su estrategia les relegue a esta posición en la tabla de arriba, está claro que en tiempo medio era una gran estrategia.

Force India y Sauber están tan arriba por paradas tardías y las características de su coche, pero no han sabido tener un buen ritmo. Esta carrera no ha sido para ellos. En su lugar en la clasificación final encontramos a los Toro Rosso Y Red Bull. Quizá se esperaba algo más de los primeros dados sus motores Ferrari, pero no ha sido suficiente. Pobre Carlos, ha ido con el coche doblado lo poco que le han dejado.

Vale que sean dos interminables rectas, pero qué bonito es ver la tabla del primer sector y ver a los Manor segundos. McLaren tampoco queda nada mal. Pero como veis, en cada sector hay un orden distinto y muy poca diferencia. Quitando Williams, nadie sobrepasa en un 2% el tiempo del más rápido, y eso es algo genial.

Puede que las clasificaciones sean aburridísimas -y temblad con lo que proponen en adelante-, pero esta igualdad solo puede traernos carreras apasionantes. Qué pena que los Mercedes sigan en su mundo y los Ferrari estén en tierra de nadie, porque del cuarto para atrás se presenta un mundial precioso.