Toyota, la apuesta por la continuidad

Para este 2023, pese a la llegada de Ferrari y de los coches LMH no recurrirán a un nuevo coche, pero aprovecharán las enseñanza de estas dos temporadas para introducir algunas mejoras y evoluciones. La competencia que viene es tan fuerte que  no quiere verse sorprendida.

Por eso se ha preparado a fondo y gastando alguno de los ‘tokens’ permitidos, volviendo a un coche con medidas de neumáticos diferentes entre ambos ejes, como en 2021 porque con la normativa cree que este año será la solución más favorable.

El motor del GR010 es un 3.5 V6 Biturbo, podría estar derivado del usado en los LMP1 de Le Mans hasta 2020, aunque con mayor cilindrada, que ofrece 500 kW, como prescribe el reglamento como máximo. Está apoyado por un ERS de 200 kW en el eje delantero, lo que le convierte en cuatro ruedas motrices. La potencia conjunta está limitada a 680 CV.

Pese a su aparatosa carrocería y tener dos plazas, es más pequeño que un Fórmula, 1 ya que mide 4.900 milímetros de longitud y 2.000 de anchura, para una altura de 1.150 milímetros. Su peso, 1.030 kilogramos, aunque puede variar en función del BoP.

Los pilotos son los mismos que el pasado año.  Sébastien Buemi , Brendon Hartley y Kamui Kobayashi, para el coche 8, y José Maria Lopez,  Ryo Hirakawa y Mike Conway, los actuales campeones, para el 7.

Kobayashi, además de pilotar, es el director del equipo, mientras que Kazuki Nakajima, el presidente del equipo, está dispuesto a desempolvar el mono, que había colgado al finalizar 2021, para asumir el rol adicional de piloto reserva.

El coche ha sido realizado en la sede alemana de Toyota Gazoo Racing en Colonia, bajo la dirección de Pascal Vasselon, mientras que Rob Leupen es director del equipo.