Nani Roma analiza el error del 'roadbook': "Es parte del rally-raid, a veces nos perdemos"

Nani Roma lo tenía claro. Esta es la esencia del rally raid. “Ha sido un día complicado, pero es parte del rally-raid... a veces, nos perdemos. Están diciendo que quieren cortar esa parte y espero que no hagan nada, porque sería triste. Hace dos años perdimos mucho tiempo en un sitio y no lo quitaron. Esto es parte del juego. Nos hemos perdido todos. Unos lo hemos encontrado antes que otros”, afirmó Roma, curtido en mil días africanos.

Nasser Al Attiyah, obviamente, pensaba de una forma muy distinta. “¡Esto es un chiste! Cuando se hace un road book hay que hacerlo bien, chequearlo varias veces antes de correr. Es un desastre, un riesgo muy grande. No sé cuántos coches estaban ahí juntos, tenemos que reflexionar sobre esto cuidadosamente”.

“Ha sido una pesadilla. En un lugar alcanzamos a los dos de delante e intentamos abrir brecha, cuando nos dimos cuenta de que algo andaba mal. Tras comprobarlo tres veces, nos dimos cuenta de que había un problema con el road book. No fue fácil: intentamos gestionarlo y, de repente, por casualidad, encontramos la dirección correcta, pero no estaba escrita en el libro de ruta. En el coche nos dijimos que había que cancelar esta etapa... y al llegar nos dijeron que ese tramo había sido neutralizado para todos”, explicó más adelante el catarí, el gran beneficiado por la operación.

Las protestas sobre el road book son consustanciales al Dakar. Algunas veces porque hay ‘peligros’ no bien señalizados. En ocasiones, porque desviarse 50 o 100 metros de la pista exacta esconde una trampa.

Este mismo año ha habido problemas con las motos. A algunos pilotos ‘les devolvían tiempo’ y a otros no. Tosha Schiarena está muy molesto con ello. “Parece que esto sólo rige para Sanders”, dijo.

En cualquier caso, el error en el libro de ruta, kilómetro 158, lo cambió todo. Los de cabeza perdieron entre 15 y 25 minutos de golpe, en una zona de 20 km, muchos otros no.

Yazeed Al Rahji ha sido el beneficiado y se coloca a 21” de Lategan. Lategan, el gran perjudicado. En lugar de ampliar su ventaja, ha visto cómo esta se diluía. De tomar 12 y nueve minutos a Nasser y Yazeed, ha cedido ocho y seis minutos.

Pero el más beneficiado fue Mattias Ekstrom, que se vio ‘condonar’ 22 minutos. “Parecía que había un problema con el road book. Parecíamos payasos en un circo, así que no fue tan divertido”, dijo el sueco. Es cierto, De Mevius fue beneficiado con casi 35’, pero el belga está tan rezagado en la general que no es muy importante.

El Dakar está ahora mucho más abierto, cierto. Más impredecible. Las sanciones juegan a favor de la prueba, por la polémica, pero también, sobre todo, porque el resultado final es impredecible. ¡Los cuatro primeros en apenas 20 minutos!

Eso sí, nadie ha explicado por qué tras el paso de unos veinte coches no hubo más errores o, al menos, no de bulto, aparentemente. ¿Les descontaron ya directamente el tiempo o les indicaron de alguna forma el error de recorrido? Sería interesante conocerlo.

Es cierto. Los organizadores pudieron calcular el tiempo entre dos puntos de control —no necesariamente WP—, separados por 20 km, uno antes y otro después, para descontar el tiempo empleado y descontarlo a todos. Pero es algo que merece una explicación.

Y quizás, al final, Lategan se siente como Hamilton en Arabia Saudí 2021, cuando los comisarios no sancionaron a Max Verstappen y el holandés acabó haciéndose con el título.