La última curva de Zandvoort tendrá un peralte mayor al de las curvas de IndyCar

El Gran Premio de Holanda está programado para el 3 de mayo de 2020 y, aunque en un primer momento se habló de que el circuito podría no estar listo para entonces, Jan Lammers, jefe del Gran Premio, ha asegurado que no hay nada de lo que preocuparse.

El trabajo que realicen tiene que aprobarlo la FIA y las autoridades locales, pero también hay que considerar el impacto medioambiental que supone. "Hay mucho trabajo por hacer, pero estamos trabajando duro en ello. Creo que vamos a sorprender a muchas personas con el evento el próximo año", ha expresado Lammers en declaraciones al portal estadounidense Motorsport.com.

Los trabajos en Zandvoort pasan por modificaciones en la pista. La recta de meta será dos metros más ancha y, para ello, utilizarán asfalto adicional. También se pretende que curvas como la de Tarzán sean más anchas para que el trazado se adapte a las velocidades de un Fórmula 1, según informa la publicación alemana Auto Motor und Sport.

Sin embargo, el cambio principal estará en la última curva. Esta zona del circuito tendrá un peralte superior al 15%, que superará las curvas de los óvalos de IndyCar. Además, esto debe garantizar que los pilotos puedan afrontar esta última curva a máxima velocidad, lo que fomentará los adelantamientos.

Por tanto, Lammers ha recalcado que las modificaciones estarán listas para el 3 de mayo. "Sin decirle a los holandeses cada pequeño detalle, Zandvort por supuesto es tendencia. Así que los medios quieren sacar noticias sobre esto también y si no hay noticias, las buscarán ellos mismos", ha asegurado.

El principal objetivo de Lammers es convertir el Gran Premio de Holanda en el más sostenible del calendario. Uno de los puntos débiles de Zandvoort son las vías de acceso al circuito, un tema sobre el que han tenido que pensar mucho.