Kris Meeke, invitado de última hora al Dakar

Meeke no tenía previsto correr este año la prueba, pese a que está ‘enganchado’ a la misma tras haber corrido la misma en 2021. “7.500 kilómetros en dos seamanas, los mismos que en tres temporadas del WRC”, dijo entonces cuando corrió con el T3 que había desarrollado PH Sport.

Estuvo muy cerca de participar de nuevo en 2022, cuando Giniel de Villiers dio positivo por covid. Toyota le llamó porque había corrido con ellos en el WRC y tenía experiencia en un Dakar, pero Giniel se recuperó a tiempo.

Esta vez ha vuelto a presentarse de nuevo la ocasión. Meeke correrá con el G Rally Team sobre un OT-3, es decir, un T3, aunque rebautizada la categoría como ‘Challenger’. La baja del piloto holandés Kees Koolen le ha abierto la puerta y tendrá al también neerlandés Wouter Rosegaar como copiloto.

“Estoy muy feliz por esta inesperada oportunidad de volver a correr el Dakar, el más celebre de los rallyraid, una prueba que ya dispute en T3 en 2021. Entonces tuvimos muchos problemas y desde entonces he deseado poder poner en práctica toda la experiencia adquirida. Agradezco a Kees Koleman que me haya ofrecido la oportunidad de sustituirle y confíe en mí”, señaló Meeke.

Para Meeke contar con un copiloto holandés no es un problema “porque Wouter Rosegaar fue precisamente mi copiloto en el Dakar de 2021”. Y sabe el valor del coche, un T3 desarrollado por Overdrive, el equipo belga que prepara los mejores Toyota privados y se encarga asimismo de la gestión de los oficiales en carrera. “Los segui de cerca en 2020, 2021 y 2022. Aunque sólo corrió en 2021, en los otros años acudí a seguir la prueba. La implicación del G Team, de Guillaume de Mevius, que ha seguido desarrollando el coche ha sido clave para que el OT-3 se haya convertido en uno de los mejores coches de la categoría”. 

El pasado año De Mevius fue líder muchas etapas y estaba luchando por la victoria cuando una avería al final de la prueba le relegó a la tercera plaza.