Kalle Rovanperä: "Cuando vimos la piedra ya no había posibilidad de esquivarla"

Tardó en asimilarlo. Quizás el abrazo de su padre, Harri, que acudió a consolarlo al lugar del accidente –“esas cosas pasan”– le permitió recobrar algo la serenidad.

“Prácticamente era la última curva en Moksi, la penúltima especial. Simplemente había una piedra suelta muy grande en la carretera y era una curva rápida. ¡No pude hacer nada! Cuando vi la piedra, no tuve posibilidad de esquivarla. La golpeamos y el auto se salió de la carretera, por lo que tuvimos un gran accidente”, explicó Kalle a DirtFish.

"Fue una sensación increíble. Íbamos en cuarta marcha y fuimos directamente fuera de la carretera. Esta vez no cometimos ningún error. Había sido un final de semana perfecto hasta entonces, teníamos una gran ventaja para ganar la prueba. Simplemente, ¡tuvimos muy mala suerte con la piedra!”, reconoció.

El copiloto de Rovanperä estaba asimismo resignado. “El rally es un deporte difícil… algunas piedras fueron lanzadas –por los participantes que salían delante– y quedaron en mitad de la pista. Intentamos salirnos de la línea… pero no se pudo hacer nada”.

Kalle dice que no iba al límite, pero estaba marcando los segundos mejores parciales de la especial. De cara a la victoria en la prueba quizás no era necesario atacar tanto, pero hay puntos en juego el domingo y Rovanperä quizás los quería porque podían ponerle en posición de optar a la tercera corona consecutiva, esa a la que inicialmente renunció al tomarse un año dos mil veinticuatro ‘semisabático’, pero que hubiera intentado lograr en las últimas pruebas de haber conseguido el máximo de puntos en Finlandia.

Quizás lo que le sepa peor no sea eso, sino el no haber ganado por fin la prueba de casa, que le está siendo esquiva.