Carlos Sainz y el reto de hacer triunfar un Audi en el Dakar

‘El Matador’, sobrenombre que le acompaña desde la época de los rallies, no teme medirse con los otros pilotos, pero es consciente de las dificultades que plantea hacerlo con un Audi.

“Es muy difícil hacer ganador un Audi en el Dakar”, pero no lo dice porque estime que el equipo de los cuatro aros sea inferior sino porque “han sido muy valientes de intentarlo con una tecnología innovadora. Y nadie ha querido seguirles”.

Hay un dicho que se ha convertido en principio, el de ‘Peter’, “si algo puede salir mal, saldrá mal”. Pero para Sainz, y también para Audi, este principio no reza, simplemente indica que hay que trabajar más, que si algo puede salir mal, hay que buscar la solución. La dificultad es simplemente un reto a superar.

Y Carlos es hombre de retos, que siempre se ha marcado objetivos y que siempre ha conseguido, empleando más o menos tiempo, más o menos esfuerzo, para alcanzarlos.

El coche es ciertamente complicado, pero a la vez utiliza tecnologías ‘del mañana’, que tiene futuro inmediato en la automoción. “Es un coche complicado. Tenemos cuatro motores, un montón de sensores, mucho software... Es algo complicado de gestionar y contra más lo conozco mayor valor doy a la valentía de Audi”, señala Sainz.

La clave de un Dakar es doble: no cometer errores y que el coche no se pare. A los riesgos de un error de navegación o de verse sorprendido por algo inesperado, el Audi un mayor riesgo de que algo se pare en el motor.

Pero Carlos no piensa en eso, confía en Audi. Para él, el mayor hándicap es algo que no está en su mano ni en las de Audi, sino en los ‘reglamentos’. Estos van por detrás de la realidad y la falta de previsión en la adaptación a nuevas tecnologías hacen que el reto sea todavía más duro.

“Las dos cosas clave en el deporte del motor son el peso y la potencia. Si tienes la misma potencia y 100 kilos más no serás tan competitivo como tus rivales. Este año podemos contar con un poco más de potencia, si controlamos nuestra fiabilidad, entonces tendremos un equipo fuerte con el que competir y, con suerte, lograremos un resultado decente”.

Ya desde el primer Dakar se lamentaron de esa relación peso/potencia desfavorable. A medio Dakar del pasado año les concedieron un incremento de potencia. Para este año, otros 15 kW (21 CV), pero quizás no sea suficiente. “Esto es algo que dijimos ya el primer día. Esa potencia extra es bienvenida”, señala, aunque quizás no sea suficiente para equilibrar todo.

En el Dakar, además, hay otro factor: la energía que debe encajar el coche en cada salto, en cada golpe con el terreno. Y en este factor estás asimismo en desventaja. “Hemos trabajado con la suspensión para mejorar”, es decir, para que tenga mayor capacidad para encajar la dureza del terreno con su peso. 

Sainz sabe que tienen el mejor Audi de la historia. La duda es si será suficiente para conseguir esa victoria que tanto anhela, que le permitiría obtener el cuarto ‘Touareg’ con cuatro marcas diferentes.