Àlex Palou, ante su gran oportunidad de ganar la Indy 500

"Estoy impaciente, tengo ganas de comenzar, de liderar hasta que caiga la bandera a cuadros", comentó Àlex, quien dice no sentir presión, "porque tengo más ganas que presión. Obviamente todos tenemos presión, pero estamos mejor preparados que nunca  [estas son sus cuartas 500 Millas] y tengo uno de los mejores coches. Ganar, después de haberlo hecho en el GP sería tener un mes de mayo perfecto".

Palou sabe que una victoria en las 500 Millas, "es algo que te marca para toda la vida". La repercusión en Estados Unidos es brutal. A los que las han ganado los presentan siempre como ‘ganador de las 500 Millas’. Es una carrera difícil con cinco o seis pitstops, muy mental, a cinco o seis paradas.

Àlex ya sabe lo que es ser segundo "sí que sólo tengo que mejorar un pelín", dice. Y este año también sabe lo que es la pole, tras haber sido segundo de parrilla el pasado año.

El coche que usará no es el que le permitió ganar el GP hace dos semanas. Los grandes equipos tienen un coche especial para Indy, que guardan como oro en paño. "Tiene otra aerodinámica. El piso, los pontones, las alas, etc son diferentes. Nuestro coche es el mismo del año pasado que era muy rápido y espero tener la misma velocidad".

Palou ha conseguido la pole más rápida de la historia de Indy, pero ello no quiere decir nada. Las neutralizaciones juegan un papel fundamental; el pasado año sus esperanzas de victoria se esfumaron casi al inicio de la carrera por una ‘caution’ que obligó a cerrar la entrada a pit-lane cuando se aprestaba a entrar para repostar. No tuvo más remedio que hacerlo y pagar la penalización correspondiente. Pero en 2021 sólo Helio Castro Neves pudo sorprenderle en el último suspiro. También está el saberse mover en el tráfico, cuando es el momento de tirar siendo líder o aprovechar el rebufo de otro coche y economizar combustible.

Ahora, en su cuarta participación, ya comienza a tener una buena experiencia en este tipo de juegos. "He aprendido un montón de cosas cada año. Sobre todo el estar más cómodo con el tráfico. Lo importante es llegar primero o segundo al tramo final, que es cuando de verdad te juegas la victoria final. Si la estrategia no te es favorable… te vas atrás. El año pasado lideremos 40 de las 60 primeras vueltas y no sirvió para nada".

Palou teme a su compañero Scott Dixon y a  Pato O’Ward sobre todo, pero no descarta a nadie, incluido el ganador del año pasado, su compañero Marcus Ericsson, pese a que sale muy retrasado. Y no olvida a Takuma Sato y otros ilustres veteranos ex ganadores, capaces de tirar de experiencia para buscar la victoria.

El de Sant Pere de Vilamajor tiene ‘la mosca tras la oreja’ con Rinus Veekay, que sale a su lado, en primera fila, pero fue lentísimo en el ‘Carburation Day’. “Parecía obsesionado con probar con el ahorro de combustible. Es muy rápido y si conduce como sabe, seguro que intercambiamos posiciones”.

 Hay una especie de juego del ratón y el gato, porque la aspiración juega un papel importante, te permite ahorrar combustible pero también es como si tuvieras en DRS a la hora de adelantar. “Cuando eres segundo es relativamente fácil adelantar. Cuando eres primero, es difícil defenderse”, señala, y espera que Rinus entre en el juego de los relevos y si no ya buscará a Pato o cualquier otro para hacerlo.