Hablamos con Albert Costa: "He tenido la suerte de los campeones"

"¡Es una pasada! Ganar Le Mans. Cuando salí de Barcelona y dije que quería ganar, mis amigos me decían buh… es muy difícil. Pero lo hemos hecho. Estoy flipando",  ha comentado Albert Costa a SoyMotor.com. todavía con el mono impregnado de champán.

Ganar, los pilotos lo quieren siempre, es obvio. Estar en posición de hacerlo es más complicado. Lograrlo es espectacular. Y que además sea en Le Mans, es apoteósico.

"Cuando me bajé del primer relevo le dije a mi hermano: Ganamos, esta vez ganamos. Tenemos la suerte de los campeones. Me acordé de lo que me dijo Dani Juncadella después de que él ganara las últimas 24 Horas de Spa. ‘Para ganar, hace falta tener la suerte de los campeones, nosotros la hemos tenido, hemos tenido dos toques y hemos sobrevivido", explica feliz Albert.

Y si se bajó del coche diciendo esto tras las dos primeras horas era por algo. "Sí, ha tenido, le dije a mi hermano que ponía cara de incrédulo. Con el agua inicial tuve dos salidas, toque la valla dos veces por aquaplanning y en la segunda tuve incluso que hacer marcha atrás en la grava y me tocó un Porsche. Pero no pasó nada, el coche estaba intacto".

Hubo más un drive through, la lesión en el pie de Scherer. Nada les detuvo. "A media carrera, cuando me subí al coche otra vez, el equipo me dijo: tira porque tenemos que cumplir un ‘drive through’. Tiré con toda el alma, creo que hizo si no vuelta rápida en varias ocasiones poco faltó.  Saqué los 15 segundos que necesitábamos".

"Desde la séptima hora estuvimos siempre delante, manteniendo el margen. Estaba muy apretado, muy ajustado, pero todo conseguíamos mantenernos delante", señala.  "El coche ha ido perfecto todo el tiempo y el equipo no ha fallado en las paradas o en la táctica. Ha sido un gran trabajo".

Hasta la fecha, el equipo sólo tenía un podio en el WEC y una sóla victoria en las Asian Le Mans Series. Este es el mejor logro en su palmarés.

Albert señaló que la carrera no fue especialmente dura para él desde el punto de vista físico "porque me preparo  muchísimo, estaba muy fuerte. Pero sí, es dura para el equipo, pasan muchas cosas, hay muchos imprevistos. Cuando llovió fue muy difícil para todos", admite.

Pero lo que fue duro anímicamente fue la última hora. "Lo ves tan cerca y a la vez lejos. Confías en tu compañero, pero quisieras estar tú al volante. Intenté aislarme hasta el punto que apague el móvil, no quería que nada me distrajera", señala. Y es que toda su fuerza estaban con Schreder.

Creo que sólo había dos personas más emocionadas que él, Luis, su hermano, y Luis Senior su padre, su mayor fan. Hace unos meses me recordó en su tienda que él no quería "que Albert corriera en coche. No tenía dinero para ello. Pero Jaime Alguersuari se lo llevó un día a correr en kart… le apuntaron al Junior Open que organizada Jaime y ganó. Ya no hubo forma de decirle que no".

Próxima parada, ¿Hypercar?. "Bueno, a ver si hay algún equipo que nos llama. Yo lo estoy deseando, claro". Y también por el Rolex que entregaron a los ganadores absolutos.