Alex Palou ya se permite pensar en la Fórmula 1

Palou siempre ha sido un piloto de metas realistas. Desde sus años en las categorías inferiores, su verdadero objetivo no era tanto la Fórmula 1 como el asegurarse un sueldo, idealmente como piloto profesional y si no en algún trabajo vinculado al motor.

Una buena muestra de eso es el planteamiento que siguió en sus años de formación.

Cuando corría en karting, el Plan B siempre fue permanecer como piloto oficial de algún fabricante durante sus años de juventud y luego convertirse en un mecánico más. Lo explicaba su padre en el perfil que le dedicamos en SoyMotor.com cuando se proclamó campeón de IndyCar.

Incluso cuando saltó a Campos Racing llegó a interesarse por la posibilidad de tener algún tipo de cargo en el equipo, en caso de que no llegar a piloto profesional.

Lejos de perder el norte por la Fórmula 1, Palou priorizó la profesionalización y partió en su momento a Japón para tratar de encontrar su lugar en la escena internacional.

Para comprender su perspectiva, es importante tener presente que Alex nunca ha contado con patrocinadores importantes en su trayectoria deportiva. Sólo gente que ha confiado en su talento.

El miedo por tanto a que un día se cerrase el grifo y tuviera que poner fin a su carrera era más que real. De ahí que la prioridad fuera garantizarse un futuro, más que soñar con cosas improbables.

Y es justo decir que su objetivo se cumplió realmente en el país nipón, donde se convirtió en piloto oficial de Honda y tuvo sobre la mesa ofertas para quedarse en la Súper Fórmula y el Super GT.

Aun así, ya entonces el haberse asegurado una mínima base le hizo llevar su ambición al siguiente nivel. Y ahí fue donde se permitió soñar con la IndyCar, a la que aterrizó en 2020 con la ayuda de las personas que habían invertido en él en el país del sol naciente.

Su espectacular debut con Dale Coyne llamó la atención de Chip Ganassi, que a finales de 2020 le ofreció un contrato por dos temporadas que lo ha consolidado definitivamente en la élite del motor internacional.

Desde su salto a la IndyCar, Palou había dicho por activa y por pasiva que su verdadera meta era labrarse una trayectoria larga y exitosa a imagen y semejanza de la de Scott Dixon.

Basta con comparar la edad de uno y la del otro para ver que Palou tenía encima de la mesa la posibilidad de ser el relevo generacional del astro neozelandés en Chip Ganassi.

Preguntado por los cantos de sirena de la Fórmula 1, decía desde sus días en Japón que prefería pasárselo bien con un coche ganador que sufrir en la zona media con monoplazas que no le daban opciones a nada.

Pero ahora que la profesionalización ya no está en peligro y que es uno de los talentos más cotizados de Estados Unidos, el catalán se ha permitido dar el siguiente paso en sus ambiciones personales.

Su unión a McLaren traerá consigo un programa de entrenamientos privados con un coche de Fórmula 1 y ahora Palou ya no descarta ningún escenario para el futuro.

"Tengo muchas ganas de demostrar de qué soy capaz al volante de un coche de Fórmula 1 y quiero ver qué puertas se pueden abrir", ha dicho en sus primeras declaraciones tras el anuncio.

Más allá de las razones económicas, la Fórmula 1 es el único motivo de peso para renunciar a Chip Ganassi sabiendo que ahí tendría un coche competitivo para el resto de su carrera deportiva.

Ahora la pelota está en el tejado de los abogados, que tendrán que resolver quién tiene razón: si Ganassi al ejecutar la opción de renovación de su contrato o Palou al comprometerse con McLaren.

En los mensajes que Alex ha publicado de madrugada para anunciar su fichaje por McLaren ha dicho que "recientemente" informó a Ganassi de que no quería seguir en 2023 por "razones personales".

Esto se podría entender como un pre-aviso para dejar sin efecto la cláusula de renovación para la siguiente temporada, aunque tan sólo el redactado del contrato dirá quién tiene la razón.

Sí es llamativo que McLaren no ha confirmado en qué categoría correrá Palou la próxima temporada. No es la primera vez que esto ocurre.

En junio, el equipo anunció que Felix Rosenqvist "seguirá" vinculado a ellos en 2023. Lo que no dijo es que no será en la IndyCar como hasta ahora, sino en la Fórmula E.

McLaren tiene ahora mismo dos coches a tiempo completo en la IndyCar –O’Ward, Rosenqvist–, pero su ambición es expandir su operativa a tres monoplazas para 2023.

Tiene ya renovado a Patricio O’Ward y contratado a Alexander Rossi, fichaje estrella del equipo Andretti. Y el nombre de Palou sería la opción perfecta para completar el tridente.

De hecho, McLaren dice en su comunicado que los test de Palou con el McLaren MCL35M serán "además de sus compromisos en las carreras", lo que refuerza la vía IndyCar para su programa a tiempo completo, como mínimo para 2023.

Lo que sí es evidente es que, con McLaren, Alex Palou lleva su ambición al siguiente nivel y se marca la Fórmula 1 como un objetivo realista por primera vez en su trayectoria profesional.