Hamilton, Verstappen y el lío de los límites de pista

En toda la era híbrida no hemos vivido una situación como ésta. Es cierto que Ferrari sí presionó a Mercedes en alguna ocasión, aunque nunca lo suficiente. Esta vez parece que sí tendremos una pelea de verdad. Por primera vez en toda la era híbrida, Red Bull ha empezado el Mundial con la Pole Position de la primera carrera y sólo una polémica impide que digamos lo mismo de la victoria.

Todos los coches han perdido velocidad respecto a 2020, pero el Red Bull ha perdido menos y ha conseguido recuperar la ventaja que le llevaba Mercedes. El RB16B es más rápido a una vuelta y también es más rápido en ritmo de carrera. Volaban en las curvas del segundo sector y estaban empatados con Mercedes en los otros dos, que eran de rectas. Están por delante, pero no por mucho y veremos cómo la fuerza de cada equipo cambiará en cada circuito. Tenemos batalla.

Mercedes fue mejor en la estrategia. Supo ganarle la partida a Red Bull y le tiró un undercut que el equipo de Milton Keynes no supo anticipar. Pero Red Bull es más rápido en las paradas en boxes –la segunda de Max estuvo por debajo de los dos segundos– y tiene una alineación más fuerte. Hamilton y Verstappen son dos monstruos, pero Pérez también lo es y ayer hizo una remontada espectacular.

Cierto es que Mercedes hizo una pifia en boxes con la parada de Bottas. Es un error impensable en estos momentos, porque Pérez pondrá a Bottas contra las cuerdas este año y el Mundial de Constructores puede ir de un punto. Checo ayudará mucho a Red Bull y hará muchos podios, sumará muchos puntos.

Pero, al final del día, Mercedes fue más fiable. Red Bull tuvo más problemas en ese sentido. Lo vimos con el apagón del coche de Pérez en la vuelta de formación y el fallo del diferencial de Verstappen. Cuando las cosas están tan apretadas, cualquier pequeño detalle puede decidir quién gana una carrera y quién no.

Pero vayamos a la polémica: el adelantamiento de Verstappen a Hamilton en las últimas vueltas de la carrera.

La normativa de la Fórmula 1 tendría que ser clara, precisa, lógica e inamovible. Y en Baréin acabó siendo todo lo contrario, porque el criterio de Dirección de Carrera sobre los límites de pista fue cambiando a lo largo del fin de semana.

Nos ponemos en situación: el jueves, Michael Masi envió una nota a los equipos donde les informaba de que no se iban a monitorizar los límites de pista en la curva 4. Después de todo, como había un trozo de césped artificial y luego grava, no lo veían necesario.

Pero el viernes ya hubo un cambio: Dirección de Carrera dijo que sí iba a controlar los límites, pero sólo en los entrenamientos libres y la clasificación. En la carrera todo iba a seguir como antes –es decir, sin restricciones en los límites–.

Entonces llegamos a la carrera y vimos que no todos los pilotos tenían la misma versión del asunto. Los que sabían que podían ir más allá del límite, caso de Leclerc y Hamilton, lo hicieron. Lewis lo hizo en repetidas ocasiones porque ir por la escapatoria era más rápido que ir por el asfalto.

Verstappen hacía la curva sin abandonar el piano exterior y ahí se quejó por radio de que Hamilton se estaba yendo todo el rato por fuera. Red Bull habló entonces con Michael Masi y denunció que Hamilton estaba obteniendo una ventaja por hacer eso.

Y ahí hubo un cambio de criterio, porque amenazaron a Hamilton con una sanción si lo volvía a hacer.

Pasan unas cuantas vueltas y llegamos al momento de la verdad, y vemos cómo Verstappen adelanta a Hamilton por fuera haciendo una maniobra que no habría hecho de haber habido ahí un muro.

Desde mi punto de vista, que Dirección de Carrera le obligara a devolver la posición es lo correcto porque el código de la Fórmula 1, del Automovilismo y el Reglamento como tal dicen que no puedes cobrar ventaja en una maniobra yéndote por fuera de la pista.

Y eso es algo distinto a lo que estaba haciendo Hamilton. En un adelantamiento no se puede permitir. Por eso Verstappen y Red Bull no protestaron. La única faena fue que no se acabó llevando una carrera que se merecía y que se quedó sin neumáticos para lanzar otro ataque.

La pifia fue que hubiera un cambio de criterio a lo largo del Gran Premio. Así que, mensaje a Michael Masi: por favor, no cambiemos más de opinión en el futuro. No queremos que el final de una carrera tan increíble quede desvirtuado por una decisión tan extraña.

Lo único malo del Gran Premio es que la Fórmula 1 sigue dividida en categorías.

En Primera División encontramos a Mercedes y Red Bull.

En Segunda, un poco más cerca que antes pero todavía alejados, McLaren y Ferrari con el permiso de AlphaTauri.

Nos quedamos con las ganas de ver de qué son capaces en AlphaTauri. Tienen velocidad y Gasly tenía una carrera muy bien encara, pero sus opciones se desvanecieron con un toque en la primera vuelta. Aun así, tuvieron el descaro de hacer la clasificación con el neumático medio. Hasta que no confirmen del todo su velocidad, contaremos a McLaren y Ferrari en la batalla por el tercer puesto de Constructores.

McLaren ha hecho un salto cualitativo. Norris tuvo mucho mérito, porque derrotó a Ricciardo. Es cierto que Daniel está en un proceso de adaptación al equipo, pero Lando estuvo muy agresivo, fue muy rápido y logró un resultado que tiene que saberle a gloria. Que Norris derrotase a Ricciardo también pone en valor lo que estaba haciendo Carlos Sainz en McLaren todos estos años.

En Ferrari también están muy contentos. Es cierto que están lejos de pelear por títulos y victorias, pero fueron sexto y octavo. Han recuperado velocidad punta, no han tenido problemas de fiabilidad… El coche ha mejorado sensiblemente y han corregido el drag del año pasado. Nos divertiremos muchos y les veremos en la pelea cuando alguno de los de arriba falle.

Carlos estuvo impresionante el viernes. El sábado también estuvo muy bien, aunque cometió un error en la Q3. Fue demasiado conservador en el primer sector y perdió un tiempo que arrastró en el resto de la vuelta.

En carrera también dijo que sería prudente y que no arriesgaría en la salida, porque quería terminar su primera carrera con Ferrari. Su estrategia también fue prudente, pero hacia el final de la carrera empezó a tener un ritmo muy rápido y estuvo a nada de alcanzar a Ricciardo. Carlos está en un sitio increíble, la satisfacción es tremenda y en Ferrari están muy contentos con la decisión que han tomado.

Y luego nos vamos a la Tercera División, donde tenemos a Aston Martin, Alfa Romeo y Alpine. Y en Alpine a Fernando Alonso.

Fernando estuvo increíble. No terminó la carrera por culpa de un envoltorio de sándwich –ya tiene narices que en la primera carrera con público un papel de un bocata de alguien de la grada se le metiera en el conducto del freno y le hiciera abandonar–.

En cualquier caso, Alonso demostró que no está oxidado y que no está mayor. Demostró que es igual de rápido y combativo, y que a poco que Alpine mejore y tenga un coche con el que competir, le meterá los codos a cualquiera.

Es una suerte tener a Fernando y que Fernando sea español. No somos conscientes del pedazo de piloto que tenemos.

La única rabia que me da es que Alpine está bastante atrás, aunque ojo. Si Alpine no tiene buena pinta para 2022, hay 15 pilotos que terminan contrato este año. Si hay alguna vacante en alguno de los grandes, cuidado que este año Fernando demostrará que puede batir a cualquiera. Es muy necesario para el deporte.

¿Quiénes estuvieron peor en Baréin? Más allá de Haas, desastre de Nikita Mazepin. Mérito de Mick Schumacher, que terminó la carrera. Mazepin empezó muy mal la carrera y firmó el primer abandono del año de una forma absurda. Iba sobreconduciendo y creo que este año sufrirá bastante.

Otro desastre fue Sebastian Vettel, que sólo ha conseguido los puntos que le han metido en la superlicencia: tres el sábado por ignorar banderas amarillas y dos el domingo por llevarse por delante a Ocon, a quien todavía le echó la culpa.

Creo que Sebastian está muy presionado. Está contra las cuerdas y sabe que es su última oportunidad. Stroll se clasificó por delante y terminó la carrera. Vettel dio pocas muestras de que está cerca de ser el que era. Me da un poco de pena. Me gustaría que Vettel estuviera peleando donde tendría que estar Aston Martin, que es en la zona media, pero el equipo no está ahí y Sebastian no parece que se vaya a convertir en el líder que necesita el equipo.