¡Ahora con vídeo! VW Golf: Mejor, más barato y con ganas de volver a ser un superventas

Y es que aunque la octava generación es muy competitiva, la marca descuidó el Golf y empezó a centrarse en los eléctricos y en los modelos SUV, unos por obligación y otros por su mayor beneficio. La marca quería que el ID.3 sustituyera al Golf como el preferido de los clientes, pero ni ha sucedido ni va a suceder, y de hecho ya está confirmado que el futuro compacto eléctrico será un Golf. A la vez, la marca apostó por los SUV: T-Cross, Taigo, T-Roc, Tiguan, Tiguan Allspace… pero sus emisiones son más altas y, para reducir su promedio la marca necesita vender muchos coches eléctricos, algo que no sucede al ritmo requerido, o de bajo consumo, y en este caso el Golf puede ser el mejor baluarte, así que veremos más Golf que antes.

MISMO ESTILO: ES UN GOLF

Los cambios en diseño son de mero detalle, y pocos notarán una entrada de aire más grande en el paragolpes. Sí es más visible la luz diurna de la parrilla delantera o el logotipo iluminado. Las luces traseras también son nuevas, aunque del mismo tamaño, y las llantas, con más de 20 modelos, han sido rediseñadas, además de añadir algún color nuevo como el azul vaquero de nuestra toma de contacto.

CAMBIOS PEQUEÑOS, PERO IMPORTANTES

Por dentro llegan cambios importantes: la pantalla central es ahora más grande, pero, sobre todo, responde mejor a nuestras órdenes y se maneja de forma más lógica. La anterior iba bien... a veces; en otras era desesperante. Además, los mandos del climatizador están ahora iluminados por la noche, un fallo incomprensible del anterior modelo, donde de noche cambiabas la temperatura a tientas... algo que no gustó nada a los clientes alemanes, donde hay seis meses en los que se ve la luz del día escasas horas. Tampoco gustó que el volante tuviera superficies táctiles en lugar de botones, así que se ha vuelto a la configuración del Golf VII, muy similar a la del Golf VI. Botones fáciles de entender y de usar cuando conducimos en carretera y... poco más, porque por dentro solo se cambian algunos tapizados, piezas y acabados.

A nivel técnico sí hay mejoras: el 1.0 de tres cilindros dice adiós y se incorpora un 1.5 TSI de 115 caballos, que acompaña a la habitual versión de 150 caballos. Dos motores de muy bajo consumo en los que podemos mantenernos fácilmente por debajo de los seis litros cada 100 kilómetros. Volkswagen también mantiene un modelo de tracción total: el 2.0 Turbo TSI de 204 caballos 4Motion con caja automática de siete marchas y dos Diesel: 2.0 de 115 caballos con caja manual y 150 caballos con caja automática, todos con etiqueta C. Tanto el 1.5 de 115 como el de 150 caballos pueden ser microhíbridos con etiqueta eco, y son los más recomendables en la gama.

UN HÍBRIDO ENCHUFABLE DE RÉCORD

El mayor cambio está en el híbrido enchufable, con una batería que pasa de 10,5 a 19,7 kilovatios hora para una autonomía eléctrica de nada menos que 141 kilómetros. Se ofrece con 204 caballos en versión 'normal' y 272 caballos para el GTE, que tiene un acabado tan deportivo como el GTI. A partir de ahí empiezan las versiones 'picantes': GTI de 265 caballos, ClubSport de 300 caballos y, con tracción total, el R de 333 caballos. Todos se pueden elegir con carrocería familiar, menos, curiosamente, el híbrido enchufable, que es al que más falta le hace esa versión porque en configuración de cinco puertas pierde gran parte del maletero –pasa de 381 a 274 litros–.

Nos ponemos en marcha con el híbrido enchufable en versión 50 aniversario. Los equipamientos quedan así: base, Life, Max, Style, 50 Aniversario y R Line, aparte de los deportivos. Es un coche de alta calidad, honesto, fácil de llevar y que destaca por lo bien que funcionan las ayudas a la conducción. En este sentido y después de llevar varios coches de marcas chinas que dan tirones en el volante, es una maravilla comprobar cómo la ingeniería europea aún está a un nivel superior, y que el volante se mueve con suavidad y nos ayuda a trazar todo tipo de curvas. Un diez en agrado de conducción y seguridad.

Realizamos casi 160 kilómetros por carretera de montaña y autovía. El motor eléctrico nos acompaña casi todo el viaje con un consumo por debajo de los 20 kilovatios hora, así que realizar 100 kilómetros con este coche es fácil y factible. En montaña, se conecta el motor de gasolina, en parte porque le exigimos mejor respuesta ya que el coche, a pesar del mayor peso, puede ser muy dinámico.

UN BUEN COCHE PARA TODOS

Me gusta el Golf. Una de sus cualidades es que no es muy largo, 4,28 metros, ni muy ancho, y aún así tiene un interior enorme. Para volver de la sierra de Madrid a la capital, cuatro adultos de gran talla nos acomodamos en el interior con nuestras maletas tipo avión y bolsas de ordenador sin mayores pegas. Detrás se viaja cómodo, delante también, la conducción es descansada y el precio, a partir de ahora, más competitivo.

Los precios han bajado, y aunque 'un Golf es un Golf' lo cierto es que es mucho más accesible –desde 23.800 euros–, pierde poco valor y tiene una fácil reventa, ahora bien, si Volkswagen quiere que este coche vuelva a ser el superventas que era antes, no será fácil, pero comprar un Golf en lugar de un SUV, o comprar un Golf híbrido enchufable en lugar de un eléctrico, es ahora mucho más atractivo que antes, así que la marca espera que las ventas suban. ¿Lo conseguirán? Eso es cosa del público, lo evidente es que es mejor coche que antes.