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Wiesmann Project Gecko: aplazado... ¿o cancelado?

27/12/2021 10:30

Weismann pretendía volver a la vida con un modelo que iba a haber visto la luz este año dotado de un motor V8 de origen BMW, aproximadamente un lustro después de que unos inversores británicos salvaran la marca en 2015. Ahora el proyecto está en entredicho, aunque se anuncia otro que debería presentarse en 2022.

Wiesmann tendría que haber renacido de sus cenizas en 2020. La marca alemana, fundada en 1988 por los hermanos Martin y Friedrich Wiesmann –el primero ingeniero y el segundo experto en temas comerciales–, cerró sus puertas en 2014 tras declararse insolvente, secuelas de la crisis de 2009 que no pudo superar. Por suerte, dos inversores británicos la salvaron un año después.

Wiesmann se había especializado en la producción de exclusivos roadster y algún GT de estilo retro pero con tecnología moderna y con motores BMW de los más potentes como base mecánica. Una producción artesanal. La llegada de los nuevos dueños, que compraron la firma tras la subasta judicial, permitió poner de nuevo en marcha la marca y su primer producto de esta segunda vida. Sin embargo, estamos a las puertas de 2022 y el coche no se ha presentado.

Hay quien habla de aplazamiento porque en la web de la empresa ya no aparece el proyecto como hasta ahora, aunque sí una advertencia que indica que Wiesmann aún desarrolla el Gecko de la mano de otro nuevo modelo. No obstante, tampoco hay que descartar que este coche acabe por no ver la luz nunca, ya que también se hace referencia a los cambios del mercado automovilístico durante los últimos años en clara referencia a la electrificación, la misma que brilla por su ausencia en éste.

El desarrollo del Gecko llevó su tiempo. Mario Spitzer, que fue uno de los responsables de marketing de Mercedes y AMG, estuvo al frente de la nueva dirección. Todo apuntaba a que se trataba de un nuevo roadster al más puro estilo Wiesmann que contaba además con un reparto de pesos de 50:50.

Los nuevos accionistas de la marca señalan que todo el coche, el diseño en general, era completamente nuevo, aunque preservando el carácter clásico e inconfundible de la marca. Bajo su piel encontrábamos un motor de origen BMW de 4.4 litros y dos turbos. Es decir, el mismo que equipa, por ejemplo, el BMW M5. La potencia, por tanto, debía rondar los 600 caballos.

Recordemos que la marca original, Wiesmann GmbH, surgió en 1988 y comenzó a producir sus deportivos de estilo retro en 1993. Todo lo que hizo hasta su colapso en 2014 se basó en el mismo diseño, ofrecido como coupé y roadster y siempre con motores de BMW. Una seña de identidad que se mantendrá en esta nueva etapa.