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Volkswagen hará penitencia por competir con un coche de gasolina

03/12/2019 13:00

Volkswagen plantará un millar de árboles para compensar las emisiones de dióxido de carbono que emitirá su Atlas Cross Sport R en la Baja 1000, una carrera off-road que se celebrará en noviembre de 2020 en México.

La marca alemana hará de este modo penitencia por desentenderse del comunicado que ella misma había firmado este mes de noviembre, en el que anunció que no apoyaría ningún programa de fábrica en competiciones que no fueran eléctricas.

El Volkswagen Atlas Cross Sport R no es precisamente un Tesla. Monta un motor derivado del que usaba la compañía en el Mundial de Rallies, aunque modificado y rebajado a 480 caballos de potencia para mayor fiabilidad y durabilidad.

Existe una cierta ironía en que el compromiso eléctrico y la confirmación de su presencia en la Baja 1000 coincidieran en un mismo mes, de ahí que la firma haya decidido hacerse responsable de la huella de carbono del Atlas Cross Sport R.

Su respuesta será plantar 1.000 árboles, uno por cada milla que tiene el recorrido de la competición. Lo hará con un donativo a The Conservation Fund, una organización no gubernamental americana que centra su actividad en la preservación del medioambiente.

Esta semana ha trascendido que la división estadounidense de Volkswagen hará una donación de 1,25 millones de dólares —1,12 millones de euros— a esta entidad con el objetivo de incrementar en 600 hectáreas la extensión del Bosque Nacional de Cherokee, en Tennessee.

La firma alemana tiene una planta de ensamblaje en la zona, concretamente en Chattanooga, donde emplea a casi 4.000 personas. Su intención es mejorar la integración del centro con el entorno para que pueda albergar actividades recreacionales para los habitantes de la región.

A nivel automovilístico, Volkswagen ha desarrollado un prototipo eléctrico de competición para mostrar las bondades de esta tecnología. Es el Volkswagen ID. R, que ostenta el récord de la subida a Pikes Peak —7'57"148— y es capaz de dar una vuelta a Nürburgring en 6 minutos y 5 segundos, seis segundos más rápido que el mítico registro de Stefan Bellof.