Uro Vamtac: el coche autónomo del Ejército Español

En 2015, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial –INTA– y el Instituto de Investigación del Automóvil –INSIA–, de la Universidad Politécnica de Madrid, iniciaron un proyecto para crear un coche autónomo para al Ejército de Tierra español. En 2017 terminó la fase de desarrollo del vehículo que hoy ya presta servicio como unidad de exploración y salvamento.

Se trata de un vehículo todoterreno blindado con capacidad para circular de modo autónomo sobre cualquier superficie. El modelo está equipado un sensor Lidar de 16 capas para escanear el entorno e identificar zanjas, límites de caminos y montículos que dificulten la marcha, receptor GPS con sensor inercial, actuadores eléctricos en el volante y los pedales y una cámara en el techo con estabilizador. Todos estos sistemas se operan a través de un pequeño pero potente ordenador situado en el maletero, que recibe la información de los sensores y la interpreta para ejecutar la autoconducción o enviar los datos al puesto de mando remoto. Además, en el modo de control remoto, un efectivo puede operar el vehículo a distancia desde un maletín portátil, lo que le permite desenvolverse en zonas de peligro sin exponer vidas humanas.

Todo este equipamiento no interfiere en el uso diario del Uro Vamtac, ya que se puede montar y desmontar con relativa facilidad. Cuando el kit está instalado, el coche puede sortear obstáculos de manera autónoma, además de ascender pendientes del 52% y descender rampas del 65% y, en caso de que detectar un obstáculo del que no está seguro, enviar la información al operador remoto para que éste tome el control y la decisión de cómo maniobrar.

El director de comunicación institucional del Ejército de Tierra, Javier Donesteve, declaró: "Este tipo de vehículo autónomo podría servir para misiones de vigilancia y reconocimiento, o por seguridad, como vehículo inicial en columnas de pelotones soportando detonaciones de artefactos explosivos improvisados. Esta tecnología también ha probado su idoneidad para la vigilancia perimetral en bases y para misiones de reconocimiento en lugares de riesgo antes catástrofes".

Aunque el proyecto está concluido, sus creadores siguen trabajando para mejorar la ergonomía del puesto del operador, la capacidad sensorial a bordo y, sobre todo, perfeccionar y asegurar los sistemas de comunicaciones.

Si quieres leer más noticias como ésta visita nuestro Flipboard