Tesla cambia de presidente: Elon Musk ya tiene sustituta

El pasado 7 de agosto, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos –SEC– acusó a Elon Musk de fraude, al anunciar la posible privatización de Tesla en las redes sociales e influir así en su valor de mercado. Finalmente, el directivo sudafricano llegó a un acuerdo con el regulador por el cual debería pagar una sanción de 40 millones de dólares –20 millones personalmente y otros tantos a cargo de su compañía–, y abandonar el cargo de presidente que ocupaba durante, al menos, un plazo de tres años.

Tras un proceso de búsqueda de un sucesor que pudiera estar a la altura en el que se barajaron nombres como James Murdoch y Al Gore, finalmente será Robyn Denholm quien asuma el cargo de presidenta de Tesla, donde ya ocupaba un cargo en el consejo de administración desde 2014.

La transición se producirá durante un periodo de seis meses en los que Denholm mantendrá su actual cargo como vicepresidenta financiera y estratégica de Testra –la principal compañía de telecomunicaciones de Australia–, mientras que Musk permanecerá en Tesla como consejero delegado, pero no como presidente.

Una de las condiciones de la SEC fue que el sucesor de Musk fuera un ejecutivo independiente, fuera de los círculos cercanos de Elon Musk y sus otras compañías, y Robyn Denholm cumple con éste requisito, pues únicamente está vinculada con Musk por su presencia en el consejo de Tesla.

En palabras de Elon Musk, "Robyn cuenta con una dilatada experiencia tanto en el sector tecnológico como en la industria del automóvil, y ha hecho contribuciones muy significativas a Tesla durante estos cuatro años, en los que nos ha ayudado a convertirnos en una empresa rentable".

A sus 55 años, Denholm es titulada en economía por la Universidad de Sydney y Master en comercio por la Universidad de Nueva Gales del Sur, y atesora experiencia directiva tanto en Australia como en Estados Unidos y, entre sus anteriores cargos, figuran los cargos de responsable financiera de Juniper Networks, Sun Microsystems y Toyota, además de Testra.

Como primera providencia, la compañía ha creado un comité de control que supervisará las publicaciones en redes sociales de Elon Musk para evitar que vuelvan a producirse episodios críticos para la compañía.