Subaru WRX STI: un icono inmortal

La evolución visual del Subaru WRX STI se hace palpable desde el principio. No pierde sus líneas ni sus formas, pero se moderniza. La parilla frontal luce completamente renovada con un diseño rectangular y unas ópticas delgadas y alargadas, no incrustadas en la calandra. La zona del paragolpes también es completamente nueva con una rejilla ligeramente más ancha. Eso sí, el actual WRX STI no pierde la característica toma de aire en el capó que ya lucía la versión de 2011.

En su perfil los cambios son más discretos. Las líneas de diseño son similares aunque cambian algunos detalles como los espejos retrovisores, las manetas de las puertas, la tapa del depósito y la longitud de la ventanilla trasera, algo más alargada en el actual Subaru WRX STI. Los cambios visuales en su zaga pasan por las ópticas, de diseño bastante distinto y por un difusor mucho más trabajado y radical. Su portentoso alerón apenas sufre variaciones.

Es importante tener en cuenta esta comparativa entre los WRX STI de 2014 y 2011, ya que en el aspecto mecánico se ha mantenido una filosofía continuista. El último Subaru WRX STI comparte motor y sistema de tracción con su antecesor, aunque se han realizado cambios en la dirección, la suspensión y los frenos. Ese detalle no es ni mucho menos negativo, ya que bajo su capó nos encontramos un motor boxer de 4 cilindros con una potencia de 300 caballos y 407 Nm de par máximo.

El propulsor está asociado a una caja manual de 6 velocidades. El Subaru WRX STI, con raíces en el Mundial de Rallies, presenta tracción total como no puede ser de otra manera, siendo además muy eficaz en todas sus facetas. Gracias a este sistema y a la fuerza de su motor, el WRX STI consigue una aceleración de 0 a 100 en 5,2 segundos. Su consumo mixto homologado es de 10,4 litros a los 100 kilómetros y sus emisiones de 242 gramos por kilómetro de dióxido de carbono.

Quizá uno de los aspectos más destacados del Subaru WRX STI es la sensación de estar montado en un deportivo y no por ello acusar incomodidad. Es evidente que estamos ante un vehículo pensado para sentir la carretera y disfrutar de una conducción distinta, pero sus sistema de tracción total y sus amortiguadores -aún siendo ligeramente duros- son muy efectivos. El coche es de reacciones rápidas, precisas y eficaz en curva, pero a pesar de ello no desentona como vehículo para usar en el día a día.

El Subaru WRX STI no recurre a acabados pulidos o materiales refinados. Es práctico en todos los sentidos. La idea es contar con un coche deportivo, que cuente con lo justo pero donde no se eche en falta nada. Es por ello que cuenta con un único nivel de equipamiento denominado 'Rally Edition', pero muy completo. Sin ir más lejos, cuenta con anclajes para sillitas infantiles, un claro ejemplo de que no es incompatible tener este deportivo y utilizarlo como vehículo familiar.

A nivel tecnológico, los sistemas de ayuda a la conducción y de seguridad son notables. En el mencionado acabado encontramos asistencia de frenada de emergencia, cámara de visión trasera, control de crucero, control de estabilidad, faros LED, función antirrampa, volante multifunción, ordenador de a bordo con pantalla de 6,1 pulgadas o limpiaparabrisas automático con detector de lluvia, entre otras muchas cosas. Su precio, 44.900 euros.