Se acabó lo que se daba: El Plan PIVE 8 llega a su fin

El plan PIVE -Programa de Incentivo al Vehículo Eficiente- es un proyecto creado por el Gobierno que entró en vigor en octubre del año 2012 en sustitución del plan 2000E desaparecido dos años antes. El programa toca a su fin tras ocho ediciones y no está previsto que se prorrogue, al menos hasta la formación del nuevo gobierno.

El objetivo de este programa era sustituir más de un millón de vehículos antiguos por otros nuevos más eficientes y ayudar así a la dinamización del sector del automóvil en un momento de estancamiento del mercado. Además, la renovación del parque móvil por vehículos más eficientes debería traducirse en ahorro de combustible y la reducción de las emisiones de CO2. La cuantía total del plan PIVE, incluyendo las ocho ediciones, asciende a 1.115 millones de euros.

Tras cuatro años de incentivos y ocho ediciones del PIVE en los que las partidas presupuestarias han ido variando conforme se agotaban los recursos antes de cumplirse los plazos previstos, el Gobierno ha confirmado una mejoría suficiente en el mercado por lo que no estima necesario continuar prorrogando el plan a pesar de las insistencias de los fabricantes.

El plan consistía en una ayuda económica a la compra de un vehículo nuevo de categoría turismo con un máximo 9 plazas o un vehículo comercial ligero de menos de 3,5 toneladas, a cambio de la cual se debía entregar otro vehículo en propiedad con más de 12 años en el caso de los particulares y siete años los profesionales. En la cuarta edición del programa, se redujo a 10 años de antigüedad exigida a los vehículos particulares.

El Plan era accesible a todas las personas físicas y las Pymes que cumpliesen con unos requisitos de número de empleados y volumen de facturación diferente según la edición del mismo.

Durante las primeras ediciones del Plan, la cuantía económica de la ayuda era de 2.000 euros; la mitad aportada por el gobierno y la otra mitad por la marca sujeta a la promoción. En el PIVE 8, el importe de la subvención se redujo a 1500 euros, para cubrir así un mayor número de operaciones. El precio de compra –sin incluir el IVA- del vehículo subvencionado debía ser interior a 25.000 euros -30.000 euros en el caso de ser vehículos adaptados para personas con movilidad reducida- y estos debían cifrar una emisiones homologadas de CO2 inferiores a 120 gramos/kilómetro en turismo y 160 gramos/kilómetro en vehículos comerciales.

El plan PIVE ha devuelto la confianza en un sector que en el año 2012 arrojaba unos datos de venta demoledores, con un descenso del 13,4% de ventas respecto al año anterior. En la actualidad, y con los datos proporcionados por ANFAC, el pasado mes de junio, el mercado del automóvil logró un incremento de sus ventas de un 11,2%, el mayor crecimiento desde el año 2010.

En  2016, el mercado acumula cuatro meses consecutivos con unas ventas superiores a 100.000 unidades al mes y un incremento del 12,2% durante el primer semestre en comparación con el mismo periodo del año anterior. Se trata del mejor primer semestre desde el año 2008, cuando comenzaron a frenarse las ventas.

El plan PIVE no sólo ha facilitado la adquisición de vehículos nuevos y la renovación del parque móvil por parte de los particulares y PYMES. Los datos de ANFAC revelan que la fabricación de vehículos en España ha crecido un 10,7% respecto al año anterior en los primeros 5 meses del año y representa un 8,7% del PIB.

El empleo en las factorías y el sector del automóvil está en alza y representa un 9% de la población activa; tres décimas más que en el ejercicio anterior con un 83% de contratos indefinidos en las factorías.