Seguro que su nombre, Saoutchick 300 GTC, te parece impronunciable, pero sus formas te recordarán, y mucho, a un mito

Saoutchik fue un gran carrocero francés que vistió algunos de los grandes automóviles de los años '30, '40 e inicios de los '50. Entre ellos algunos Pegaso e Hispano Suiza. De hecho, los Pegaso fueron algunas de sus últimas realizaciones porque en 1955 cerró sus puertas.

En realidad Iacov Saoutchik nació en Rusia y emigró a Francia, donde tomó el nombre de Jacques y acabó por convertirse en uno de los carroceros más famosos.

Fundó su propia empresa en 1906 y su momento más exitoso fueron los años '30, la época de los grandes carroceros. Bajo sus manos pasaron las mejores marcas: Cadillac, Bentley, Bugatti, Dusemberg, Isotta Fraschini, Maybach, Rolls-Royce, etc. En ese camino le ayudaría más adelante su hijo Pierre.

Sus diseños se inspiraban en el 'art-deco', un tanto recargados, lo que se corresponde con el oficio inicial de Jacques, ebanista. Por entonces, la madera era muy utilizada para la carrocería. y su especialidad, los cuatro puertas de techo abierto.

Pero las grandes marcas de lujo francesas, sus mejores clientes, desaparecieron a finales de los '40 y en 1955, tras haber hecho algunos Pegaso, entre otros, cerró sus puertas.

Sus diseños eran muy personales, hasta el punto que uno de sus competidores Howard 'Dutch' Darrin de Hibbard & Darrin tuvo grandes palabras sobre él: "Era uno de los pocos carroceros en Francia que no nos copiaba de alguna manera. Recuerdo particularmente sus interiores bellamente terminados. Sí, definitivamente era un hombre con sus propias ideas".

Sus automóviles tenían muchos elementos inhabituales y novedosos. Carrocerías transformables, parabrisas desmontables y puertas de apertura paralela con 'bisagras' pantógrafo. Pero fue ese amor por la ornamentación por lo que se le recuerda particularmente.

Ahora, prácticamente 70 años después de su cierre, renace el nombre, como marca, pero con las raíces de antaño. El Saoutchik 300 GTC es realmente espectacular. Las líneas están inspiradas directamente en el mítico Mercedes-Benz 300 SL.

Las fotos hablan por sí solas de la belleza de este diseño, que hace honor al modelo en que inspira. Si el 300 SL se recreara ahora, no sería muy distinto.

Pero bajo esas líneas encontramos los elementos del Mercedes-AMG SL 63: motor, chasis, suspensiones, frenos, etc. Una de las líneas más bellas de la historia de Mercedes-Benz con uno de los automóviles actuales más prestigiosos.

La carrocería está confeccionada en fibra de carbono. Es más ligero el que SL 63, por lo que sus prestaciones, al menos la aceleración, promete ser superior. El motor V8 biturbo de 4.0 litros y 577 caballos del AMG es suficiente para conseguir grandes cifras.

Las líneas muestran los típicos faros redondos, las alargadas y finas luces traseras, líneas suavemente curvadas y una zona posterior algo más larga que el original.

Ugur Sahin Design, firma holandesa, se ha encargado del diseño. La carrocería está fabricada en Alemania por Pogea Racing y se ensamblarán un número limitado de ejemplares. De hecho, Saoutchik BV es una sociedad holandesa que hace unos años se hizo con los derechos del nombre.

El precio será elevado, sobre el medio millón de euros, más o menos lo que costará en Maybach SL 680 Monogram, pero resultará más exclusivo, precisamente por esa limitada tirada de la que hablamos. Eso sí, visto el resultado, no es descabellado pensar que esta nueva etapa de Saoutchik merece tener continuidad.