Robo de película: hackean la dirección de entrega de un Lamborghini para hacerse con él

El jugador en cuestión es Kris Bryant, de 32 años de edad, que la mayor parte del tiempo reside en Colorado porque es ahí donde está el equipo de la MLB en el que milita. Pero Bryant es natural de Las Vegas, por lo que a menudo se desplaza a la ciudad del juego cuando tiene unos días libres. Y es en una de estas idas y venidas donde se ha producido el episodio que les contamos hoy.

A Bryant le gusta conducir su Lamborghini Huracan, pero cuando se mueve de casa en casa recurre a los servicios de un transportista para ahorrarse el kilometraje y la incomodidad que supone un viaje de esta magnitud. Colorado y Las Vegas están separadas por unos 1.200 kilómetros, por lo que le resulta más cómodo flotar los superdeportivos en un tráiler y desplazarse él en avión.

En una de éstas, este jugador contrató los servicios de una empresa de transportes. Ésta acudió con un tráiler a su domicilio en Colorado y recogió su flamante Huracan con la misión de entregarlo en Las Vegas al cabo de unos días. Bryant hizo el viaje por su cuenta y cuando llegó el día fue al sitio de la entrega para recoger el coche, pero entonces el Lamborghini no apareció.

Bryant denunció a la policía que su coche había desaparecido y fue necesario esperar unos días para entender qué había ocurrido. Al final, detrás de toda esta historia estaban un grupo de ladrones que habían conseguido acceder a los ordenadores de la empresa encargada del transporte para saber en todo momento qué se enviaba y a dónde.

¿Cómo lo hicieron? Enviándole a la compañía un correo electrónico con un virus. Alguien abrió el correo en un ordenador de la oficina y entonces el virus infectó el sistema. Y los hackers no sólo podían tener acceso a la información de todos los envíos, sino que también podían modificarlos a discreción.

Cuando vieron que se había contratado el envío de un Lamborghini Huracan a Las Vegas, supieron qué tenían que hacer: entrar en los detalles del pedido y modificar la dirección de entrega para que el coche no le llegara a su propietario, sino que les llegara a ellos. Para no despertar sospechas, el envío lo hicieron a otro punto de la misma ciudad de Las Vegas.

Así que Kris Bryant le entrega su coche al camión del transportista, es desplaza tan tranquilo a su ciudad de origen y, cuando llega ahí, descubre que el coche no está. Pone la denuncia a la comisaria de turno y es entonces cuando la policía empieza a investigar qué es lo que ha ocurrido exactamente.

Las autoridades repasaron imágenes de las cámaras de tráfico y de los lectores de matrículas, y es de este modo que pudieron reconstruir la ruta real del camión. Unos días después, consiguieron localizar el Lamborghini y se lo devolvieron a su legítimo dueño, que superó de este modo un buen susto.

Kris Bryant tuvo suerte, después de todo. El coche podría haber desaparecido para siempre sin rastro.