El Mercedes-AMG One se retrasará por culpa de las emisiones

Nueve meses más. Esto es lo mínimo que deberán esperar los afortunados clientes del Mercedes AMG One para poder disfrutar de su nuevo juguete. Un coche muy exclusivo cuyas prestaciones excepcionales sólo se podrán extraer en circuito pero que en contrapartida debe permitirte llegar al local de moda, ser centro de todas las miradas -envidiosas, seguro- y poder decir disciplentemente: "Sí, chino, es un F1 para usar cada día".

Mercedes AMG ya ha informado a los afortunados que tendrán que esperar más de lo anunciado. Pero estos no parecen -según las informaciones- decepcionados por ello. Prefieren esperar y tener un 'hypercar Street Legal' que no uno de esos coches limitados a los ‘track days’.

La razón del retraso hay que buscarla en la normativa de emisiones. Si el nuevo ciclo de medición WLTP ha hecho mella en algunos deportivos -los 'GTI' han sido los modelos más damnificados- hasta el punto de desaparecer de catálogo hasta la próxima generación, tampoco el One ha podido escapar a la norma.

Se comprenden las dificultades. Problemas con la estabilidad del ralentí disparan las emisiones en parada. En un motor de F1, el ralentí funciona al régimen al que un motor ‘de calle’ ofrece en muchas ocasiones su potencia máxima: no menos de 5.000 rpm. En los coches que usted y yo nos podemos comprar, el ralentí funciona sobre los 800-900 rpm, mientras que el One ve ese régimen incrementado hasta las 1.200 rpm y aún a este régimen tiene problemas de estabilidad y emisiones.

También es posible que la elevada presión y temperatura del motor a pleno régimen disparen las emisiones de NOx, aunque en el grupo Daimler sólo hayan hablado del ralentí.

De hecho, el motor 1.6 V6 turbo ha tenido que ser replanteado en muchos detalles, aunque sin variar su arquitectura. Por ejemplo, en el motor de F1 el ralentí funciona a 5.000 rpm y la potencia máxima se obtienen a 14.000 rpm. En el de calle, el ralentí está a 1.200 rpm y la potencia máxima la ofrecerá a 'sólo 11.0000 rpm', un régimen muy elevado para un coche de serie; las razones de la 'limitación' son claras: el motor debe durar 50.000 km, unas 8 veces más que un motor de F1.

Mercedes insiste en que la potencia será la misma, lo que puede chocar a algunos. Normalmente, simplificando, a más régimen, más potencia. Pero al no estar constreñido por las limitaciones de consumo, especialmente las del caudal instantáneo (100 kg/hora) se puede conseguir ese 'milagro'.