Piden retirar 150 coches de la Ertzaintza porque el puesto del conductor es pequeño

Esta reclamación se parece mucho a la que hicieron en agosto los policías municipales de Bilbao. En ese caso era un Mercedes Clase B con mampara fija el que contaba con un puesto del conductor angosto que no permitía apenas movimiento a los agentes de más de 1,80 metros de estatura. En el caso de la Ertzaintza el modelo afectado es un Seat León ST X-Perience, que presenta la misma limitación. Además del evidente peligro de accidente se teme por una lesión a la larga de los policías en las piernas o en las caderas.

Ésta no es la única polémica que rodea a los coches de la Ertzaintza, tal y como denuncia su sindicato mayoritario. En verano éste advirtió que la mitad de los coches patrulla que Interior facilitó no tienen mamparas para trasladar a los presos, lo que les obliga a utilizar los vehículos antiguos, muy deteriorados.

Los Seat León de la Ertzaintza tampoco disponen de navegador GPS, un elemento muy importante para poder llegar lo antes posible a las zonas de conflicto, mientras que las lunas no cuentan con láminas de seguridad antifragmentos. Además aparece una chapa metálica que separa el habitáculo y el maletero, lo que impide la visibilidad por el espejo retrovisor interior.

Recordemos que el Departamento de Seguridad ha comprado este año 300 unidades del Seat León ST X-Perience, modelo que equipa un motor TDI de 2.0 litros y 150 caballos, a los que se suman otras 100 del Toyota Land Cruiser. En total la operación cuesta 37,2 millones de euros, de tal forma que cada Seat sale por 80.100 euros y cada Toyota por 132.000, cifras que incluyen todo el material necesario para desplegar el trabajo de coche patrulla y el mantenimiento integral hasta el año 2022.