CURIOSIDAD

Renault Clio: así ha cambiado a lo largo de 29 años

José Miguel Vinuesa
02/02/2019 11:34

Renault ha presentado esta semana la quinta generación de su utilitario por excelencia, el Clio, un modelo que apareció en 1990 con un diseño novedoso y que ha evolucionado hasta esta última versión a lo largo de 29 años. Es hora de repasar su historia.

La marca francesa llevaba dos décadas con otro coche mítico, que atravesó los 70 y 80: el Renault 5, que desde 1972 se convirtió en coche útil, exitoso, de diseño muy conseguido, y con algunas versiones que fueron el objeto de deseo de la gente joven, y no tan joven. Había que tener el valor, no ya de renovarlo –que se hizo–, sino de cambiar la denominación tan rápidamente identificable para el consumidor. Pero llegó el Renault Clio.  

 

CLIO I

Coche del Año de 1991, el primer Clio contaba con dos grandes atractivos. El primero, el diseño, que no bebía del 5 –sólo por tamaño debido al segmento–, sino que presentaba algo fresco y con facciones interesantes que resultó inmediatamente atractivo. El segundo fue el equipamiento que desplegaba para ser un coche utilitario: dirección asistida, sistema ABS, aire acondicionado y retrovisores eléctricos, entre otras cosas. Hubo algunas versiones muy interesantes, unas lujosas como el Baccara con asientos de cuero y un motor 1.8, otras más enfocadas al rendimiento puro, entre las que destacan el 16V, con 140 caballos. Pero el emblema era el Clio Williams, creado en colaboración con el equipo de F1 y en conmemoración de sus éxitos conjuntos. Una 'bestia' preciosa con 150 caballos y una punta de 215 kilómetros/hora. Siguen estando muy cotizados.

 

CLIO II

Ocho años después, tocó renovarse con la segunda generación. Era algo más largo, aunque apenas 7 centímetros, fruto de estar construido sobre una nueva plataforma. De nuevo, el diseño del coche marcó tendencia con sus formas más redondeadas. Pero también con su habitáculo más espacioso, y un mejor comportamiento en carretera. Y además, eran casi irrompibles, con motores altamente fiables, entre los que adoptaban los de 16 válvulas de manera corriente, más eficiente pero sin perder rendimiento. Algunos elementos de serie también eran destacables, como los airbags frontales y laterales, ya que Renault siempre ha tenido la seguridad como elemento definitorio. Por supuesto, en términos de rendimiento, sólo puede hablarse del Clio V6, una locura de motor central de 230 ó 255 caballos, aunque las ediciones Clio Sport tampoco dejaban indiferentes con sus 172 y 182 caballos.

 

CLIO III

Siete años después, en 2005, llegó la tercera generación del Clio, uno de los menos apreciados en términos estéticos por sus formas en una época en la que la marca tenía algunos modelos algo excéntricos. Pero tras una forma algo decepcionante y anodina, se escondía un notable salto de calidad en todos los sentidos. Y ello le valió ser el Coche del Año en 2006, aunque las diferencias con su predecesor en cuanto a tamaño eran tan pequeñas como un único centímetro. Claro, que el Clio contaba con la misma plataforma que el Renault Modus y los Nissan Micra y Note. Gracias a ello, quizá pudo incorporarse en la gama una carrocería familiar que daba mucho más espacio, aunque con dimensiones contenidas. Y por supuesto, si miramos al rendimiento, la versión RS era la referencia, aunque algo decepcionante viniendo de lo anterior, con un motor 2.0 que alcanzaba 201 caballos. Mucho, pero es que el V6 era inalcanzable.

 

CLIO IV

Otros siete años después, en 2012 llegó el que hasta ahora es, con seguridad, el Clio más rompedor de la saga y sobre el que se ha asentado el actual modelo –pese a sus diferencias–. El Clio IV era y es precioso, agresivo, novedoso, y en el color rojo cereza, espectacular. Fue directo al éxito y, pese a su edad, sigue estando desde su lanzamiento entre los cinco coches más vendidos en Europa, que no es poco decir. Piénsalo: es uno de los coches que más ves por las calles y carreteras. Para mayor atractivo, la versión RS sí que alcanzó cotas emocionantes, con sus 200 ó 220 caballos derivados del motor turbo de 1.6 litros. Una auténtica gozada.

Y ahora, otros siete años después, llega la nueva generación, con un importante reto a sus espaldas: mantener la curva de crecimiento y de apreciación de unas siglas que sorprendieron en su momento, pero que ya son sinónimo de coche fiable y completo en todos los sentidos. Clio, que como la musa mitológica, sigue haciendo historia.