Rally Italia-Cerdeña 2022: Sordo quiere volver a ser protagonista
El Campeonato del Mundo de Rallies encara esta semana la quinta prueba de su temporada, el Rally de Italia-Cerdeña, y allí estará Dani Sordo para tratar de pelear otra vez por la victoria. Será un rally duro, con temperaturas muy altas y muchos candidatos al triunfo, pero el piloto de Hyundai espera tener una actuación "fuerte".
Cabe recordar que Cerdeña es el escenario ideal para Sordo. Allí consiguió dos de sus tres victorias –2019 y 2020– en el WRC y, si tenemos en cuenta que tendrá un orden de salida favorable por su condición de piloto a tiempo parcial, el cántabro está ante una gran oportunidad para volver a pelear por algo grande.
Si echamos un vistazo al baúl de los recuerdos, Sébastien Loeb es el piloto más laureado en Cerdeña –con cuatro victorias–, seguido por Sébastien Ogier –tres–. Sin embargo, como ninguno de ellos correrá esta edición del rally italiano, son Thierry Neuville y Dani Sordo –ambos con dos victorias– los más exitosos de los que están allí.
El campeonato llega a la isla mediterránea con Kalle Rovanperä en lo más alto de la clasificación tras haber conseguido tres victorias consecutivas. Sólo dos semanas después de Portugal, los Neuville, Tänak, Evans y compañía tratarán de reducir la brecha… así como Hyundai y M-Sport Ford intentarán recortar puntos a Toyota en el certamen de marcas.
El evento italiano, cuyo parque de asistencia volverá a la zona de Alghero –el año pasado estuvo en Olbia–, está compuesto por 21 especiales repartidas en cuatro jornadas de competición –del 2 al 5 de junio–, entre las que suman un total de 1.303,38 kilómetros, de los cuales 307,91 kilómetros serán contra el cronómetro.
El jueves por la mañana se llevará a cabo el ‘Shakedown’ de Olmedo y por la noche se disputará el tramo inaugural en Olbia –nuevo para esta edición–, si bien el ‘fuego’ real llegará de la mano del viernes, con ocho especiales repartidas en dos bucles y grandes ‘nombres’ como Terranova, Monti di Alà e Buddusò o Sedini - Castelsardo.
La etapa del sábado será la más dura del rally. No es la más larga en cuanto a kilómetros cronometrados, pero sí serán ocho especiales sin asistencia intermedia que suman 131,82 kilómetros contra el crono. Serán dos pasadas por Tempio Pausania, Erula - Tula, Coiluna - Loelle y Monte Lerno di Pattada –con su famoso Micky’s Jump–.
Para la jornada del domingo, la definitiva, los pilotos tendrán que afrontar sólo cuatro tramos que suman 39,03 kilómetros cronometrados. La acción se repartirá en dos pasadas por Cala Flumini y Sassari - Argentiera, con la segunda pasada por este último recorrido otorgando puntos extra a los cinco pilotos más rápidos por su condición de ‘Power Stage’.
Entre los inscritos de la máxima categoría, cabe destacar la presencia de Dani Sordo, que correrá su segundo rally de la temporada tras el podio de Portugal, y también el ‘regreso’ de Esapekka Lappi a los mandos del Toyota GR Yaris Rally1. Los ‘habituales’ estarán todos, con Kalle Rovanperä a la cabeza y con Neuville, Tänak, Evans o Breen en la ‘oposición’.
Se esperan temperaturas muy altas en la isla mediterránea y, además, es un rally que siempre se ha caracterizado por su dificultad a la hora de abrir pista. Para la ocasión, Pirelli Motorsport llevará sus Scorpion KX WRC y cada piloto podrá utilizar un máximo de 28 unidades en toda la prueba, a elegir entre 24 duros y ocho blandos.
Debido a la dificultad de abrir pista, entre los favoritos a la victoria se podría descartar a Kalle Rovanperä… pero el finlandés ha demostrado estar un paso por delante del resto este año, así que no se le puede descartar. Evans o Tänak tendrán mejor orden de salida, y también un Dani Sordo que quiere repetir los éxitos de 2019 y 2020.
En cuanto al resto de categorías, pese a que este año no forma parte del calendario del JWRC, tiene buena presencia con Andreas Mikkelsen –vigente campeón de WRC2–, Nikolay Gryazin, Teemu Suninen y otros grandes nombres; en esa pelea querrá estar un Jan Solans que no tuvo suerte en Portugal. También correrán los españoles Eduard Pons y Miguel Díaz-Aboitiz.
