Racing and Legends 2019: pasión por lo clásico

Racing and Legends 2019 ha congregado a 8.100 espectadores en los dos días del evento con una climatología inmejorable, con un récord de asistencia de 1.200 vehículos entre coches y motos, lo que supone la mejor cifra de las seis ediciones celebradas hasta ahora, y que confirma no sólo la buena salud de este evento, sino también el buen momento por el que atraviesa el mundo de los vehículos clásicos, una noticia excelente en los tiempos de restricciones que nos circundan.

Con actividad abierta al público desde el sábado 2 de marzo, precisamente ese día tuvo lugar un momento que en el futuro engalanará el acceso al Ricardo Tormo. Y es que a las 11:30 horas se produjo la inauguración del Paseo de la Fama del trazado, justo en el acceso principal del mismo, con el expiloto francés de MotoGP Règis Laconi, que fue precisamente hace 20 años el primer piloto en lograr la victoria en la categoría reina de las dos ruedas el día del estreno del circuito en el campeonato del mundo de motociclismo. Un momento emotivo que contó con la presencia del director del trazado, Gonzalo Gobert, testigo de excepción del registro de las manos del piloto en cemento, con la entrega de una placa. Según el director del trazado, a él seguirán en el futuro otras leyendas que han ganado en la pista, anticipándonos nombres como Marc Márquez, Valentino Rossi o Dani Pedrosa, entre otros.

Tras lo que supuso, en la práctica, la apertura de actos del fin de semana, SoyMotor.com se adentró en las particularidades de un evento que conjuga las dos y las cuatro ruedas. Es cierto que las dos ruedas no son el ámbito en el que este medio se mueve, pero debemos reconocer que las máquinas presentes en el circuito eran absolutamente legendarias, participasen tanto en el campeonato FIM de clásicas de Gran Premio, como en el Territorial Circus, de ámbito más local. Motos como la Aprilia de 125 de Valentino Rossi, la Ducati de MotoGP de Troy Bayliss de 2006 –elegida por la organización la mejor moto de Gran Premio entre las presentes-, las MV Augusta de los años sesenta, las Rothmans Honda de Luca Cadalora o Freddie Spencer, y así hasta un sinfín de motocicletas de dos y cuatro tiempos que, junto a la presencia de expilotos como Carlos Lavado o PierPaolo Bianchi, devolvían todo el sabor del pasado al hoy. El sonido y el olor de esas motos era una punzada al corazón de todo aficionado.

Lo mismo ocurría en el ámbito de los coches. Uno de los más fieles a esta cita es Saica, restaurador de gran calidad en la zona mediterránea. Este año exponía un modelo en elaboración muy especial: un Jaguar SS100 de 1938 que había sido carrozado por Willy Bernath, un exesquiador suizo que estableció un taller de carrocería en Chaux de Fonds. Además de trabajar con modelos de marcas como Alfa Romeo, Mercedes, Fiat o Lancia, también abordó este Jaguar roadster de dos plazas, del que la carrocería de acero y aluminio estaba ya decapada, y sólo tenía el chasis, el volante, el bastidor de la capota y la caja de cambios. Se trata del único ejemplar del mundo, por lo que el trabajo tendrá que cumplir con el nivel de calidad exigible a la especialidad del modelo.

Los clubes de la zona de Levante, fueran de la Provincia de Valencia o de las de Alicante y Castellón, acudieron fieles a la cita que festeja la gloria de los coches que justifican la existencia misma de esos clubes. Allí pudimos contemplar coches de toda índole: desde clásicos que podríamos denominar populares, como los Golf, Renault 5 Turbo o una hermosa selección del Ford Fiesta, a piezas más selectas, como algunos Jaguar XK140, un Lancia Montecarlo, o algunos Alfa Romeo. Llamativa la presencia de los ‘muscle car’ americanos, con varios Ford Mustang, Chevrolet Corvette y otras muestras del tradicional poderío estadounidense. Imposible plasmar con palabras el ronco bramido de estas máquinas que parecían invocar con su gutural sonido a los espíritus que les permitan seguir perviviendo en el mundo moderno.

Hubo dos celebraciones especiales. Por un lado, el concesionario oficial Mazda en Valencia, Rafael Almenar, celebró los 30 años del Mazda MX-5, con la reunión de todos los modelos que han creado una saga indispensable en el mundo del roadster. Y es que desde 1989, el Mazda es la imagen que a todos nos viene de un biplaza descapotable de corte clásico, incluso en la bellísima última versión. Junto a ellos, casi físicamente en el espacio del paddock, se reunieron varios Mini para conmemorar el 60 aniversario de la genial creación de Sir Alec Issigonis, el celebérrimo utilitario que, con su motor delantero transversal, también ayudó a cambiar la filosofía del automóvil en la búsqueda de un mayor espacio del habitáculo pese a las reducidas dimensiones. Deliciosas, confesamos, algunas versiones Mini Van presentes entre los ejemplares.

En el aspecto competitivo, la Copa de España de Clásicos y Youngtimers celebró el arranque de la temporada con motivo del Racing and Legends con multitud de BMW Serie 3 E 36 entre los participantes, pero también vehículos como un Alfa Romeo Giulia Sprint GT, un Lotus Elan, un Porsche 911 de 1965, o dos Renault Spider. Se disputaron dos carreras, que hicieron las delicias del público congregado. Cierto que el ritmo, especialmente el de los modelos más puramente clásicos, es moderado, pero el simple hecho de verlos competir es más que suficiente para colmar las expectativas de los amantes del automovilismo de antaño.

El broche final lo puso una 'mascletà', tradición muy valenciana, que combinó el sonido de la pólvora con el de los motores de moto, y que se repetirá en Valencia en los próximos días. En definitiva, una celebración del pasado que se reafirma, casi diríamos que persiste en estos tiempos, y que permite que tanto los jóvenes como los más veteranos aficionados, colmen su pasión por los vehículos que marcaron una época. Si a ello le sumamos los food trucks con comida, las numerosas tiendas con material diverso –desde libros a repuestos, pasando por ropa o maquetas- y las actividades lúdicas para los más pequeños, la sensación que nos deja este Racing and Legends es el de amplitud. Cierto que hay parcelas mejorables, como la presencia de más coches de competición clásica –pensamos en turismos, o prototipos, o puestos a soñar, monoplazas- como sí ocurre con las dos ruedas, pero que el calendario de un trazado moderno comience por el pasado, es algo absolutamente digno de agradecer. Porque sólo conociendo el pasado, podremos valorar el presente y el futuro. Y para eso, el Racing and Legends, con su combinación de dos y cuatro ruedas, es quizás el evento más global del calendario: motos y coches juntos, unidos por el común denominador de la pasión por los motores clásicos.