Racing and Legends 2018: nostalgia emocionante

Son ya varios años los que tiene este evento, que comenzó siendo un memorial a Ricardo Tormo, pero que creció para incorporar también al automovilismo a la fiesta de celebración de las leyendas de motor, tanto de calle como especialmente de competición. De hecho, en el plano de las dos ruedas es sin duda uno de los eventos más reputados del panorama, con motocicletas legendarias acompañadas de estrellas del pasado, como Carlos Lavado, doble campeón del mundo de 250 centímetros cúbicos, a quien se homenajeaba este año -ediciones pasadas vieron a Agostini o Spencer entre los celebrados-.

Pero en el plano del automovilismo sigue cobrando fuerza y tomando presencia. Los clubes locales y del territorio nacional acuden a mostrar sus mejores modelos, coches más o menos exclusivos que han marcado una época en nuestras vidas. Así, podíamos pasar de una excelente muestra de Volkswagen, con los Beetle o la preciosa furgoneta T1, a los Renault Turbo más variados, para acabar rodeado de una bonita selección de Porsche, que este año celebra su 70 aniversario.

Algunos modelos interesantes llamaron nuestra atención, como todo un Honda NSX en perfecto estado de revista, un coche que siempre nos llevará a recordar a Ayrton Senna dada su participación en el proyecto. Muy curioso también el Talbot-Matra Bagheera, con sus tres asientos delanteros que, si bien no fue el primero ni el último en adoptar esta disposición para los pasajeros, resulta siempre llamativo. O un Renault 8 Gordini impecablemente restaurado del que el 'brujo' que era el gran Amédée se podría sentir orgulloso, más aún por su impecable color azul tan francés.

Mucho público ambos días, y eso que la climatología no fue todo lo benigna que siempre se desea para eventos de este tipo, con mucho viento el sábado y algo de lluvia el domingo. Sin embargo, el público valenciano se vuelca con este evento, ávido como está de disfrutar de los motores cuando se va acercando la primavera. Un evento en el que se vieron a muchos niños, lo que implica un éxito en el objetivo de inculcar el amor por los motores en las futuras generaciones.

Y en el plano de futuro, encontramos también en el Circuit al equipo de la Fórmula Student de la Universidad Politécnica de Valencia, listos ya para embarcarse en este ilusionante año en el que su participación en la carrera de Michigan, en los Estados Unidos, será un punto culminante. Pudimos hablar largo y tendido con el director del equipo, que nos explicó con todo lujo de detalles las particularidades del monoplaza, el trabajo de diseño que realizan los estudiantes, así como las particularidades del campeonato. Un auténtico vivero de profesionales del automovilismo, y que ya da sus frutos, dado que un antiguo miembro de este equipo, nos contaban, forma ahora parte del departamento de composites de la Scuderia Ferrari.

Pero volviendo a los clásicos, también tuvimos actividad en pista. No sólo con las rodadas de particulares o el Trofeo de Regularidad Las Provincias, sino que también de auténtica competición con la Copa de España de Clásicos, Legends y Youngtimers, que el domingo disputaron dos emocionantes carreras, en las que el BMW M3 de Álex Cosín se mostró intratable, con dos victorias rotundas. La oposición sólo la encontró en el Porsche 911 de Luis López, segundo en la primera manga, pero con un abandono en la segunda cuando mantenía el ritmo y la presión sobre el líder. Se trataba de la primera cita del campeonato, y sin duda volver a ver correr coches como los Porsche 911, Lotus Elan, Alfa Romeo GTV, Ford Sierra Cosworth o BMW M3 es una delicia para los sentidos. Mucha emoción a flor de piel.

Esa misma emoción pudimos vivir en el homenaje que la organización decidió rendir a la marca de ropa Lois, conocida en el mundo del motor por su inestimable apoyo a muchos pilotos de dos y cuatro ruedas. En un acto que contaba con la presencia de Adrián Campos, Luis Pérez-Sala y Jorge Martínez Aspar, los responsables de la marca agradecieron el recuerdo al esfuerzo, mientras varios coches, fotos, monos y cascos con los míticos colores del toro reposaban en la sala, destacando el Minardi M187 de Adrián Campos, con el que compitió en la temporada 1987, o el Coloni de la Fórmula Nissan de 1999 con el que Fernando Alonso logró su primer campeonato de monoplazas, catapulta hacia la F1, de la mano del equipo Campos Racing.

Muchas anécdotas, como la gestación del contrato de Adrián Campos con Minardi en 1987, prácticamente de improviso con una visita de Giancarlo Minardi a la sede de la firma de ropa en Valencia, o el recuerdo de aquél meritorio punto de Pérez-Sala en Gran Bretaña 1989, debido en parte a que el equipo, gracias al presupuesto, podía progresar y acabar carreras, algo que Campos remarcaba que en el 87 era una quimera. Pero sobre todo, se reflejó el agradecimiento de los pilotos presentes a la marca, porque apostó por su carrera deportiva, que sin ellos habría sido muy diferente.

Emoción, esa es la palabra que resume el fin de semana. No tanto una emoción puramente deportiva, que también, sino de nostalgia por máquinas que gracias a sus dueños resisten el paso del tiempo con la dignidad que merecen, y que todavía son capaces de asombrar por su rendimiento, su sonido y sus diseños. Durante el año, el presente y el futuro dominarán la actualidad deportiva y comercial, así que no se nos ocurre una mejor manera de comenzar la vorágine de 2018 que con esta tradicional mirada al pasado, cortesía del Circuit de la Comunitat Valenciana.

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