Probamos el SsangYong Korando e-Motion, la variante eléctrica del SUV asiático

SsangYong se suma a la fiebre del coche eléctrico con la versión de baterías del Korando. La cuarta generación de este modelo es la base del SsangYong Korando e-Motion, un vehículo que hereda todo lo bueno de sus hermanos de combustión y suma características como un esperado extra de silencio –la rodadura no se nota más que en las variantes térmicas– en el habitáculo y un mayor confort en marcha.

Los 190 caballos que ofrece el motor son más que suficientes como para enfrentarse a cualquiera de los retos que ofrece la conducción diaria. A eso se suma una suavidad de funcionamiento que generalmente va de la mano de todo propulsor alimentado por baterías. Tan sólo hay que tener cuidado a la hora de aplicar el acelerador en apoyo. En un par de ocasiones notamos pérdida de tracción de las ruedas delanteras al pasarnos con el gas. En todo caso no fue algo tan contundente como para generar problemas que afecten a la seguridad.

Respecto al Korando de combustión nos dio la sensación de que esta versión e-Motion cuenta con una suspensión algo más firme. No afecta negativamente al confort y es la principal responsable de que los poco más de 300 kilos extra que hay que mover no se noten. De hecho, ni siquiera en carreteras secundarias con curvas a cierto ritmo aparecen oscilaciones importantes en la carrocería.

Uno de los puntos críticos de todo coche electrificado es el tacto del freno debido al sistema de regeneración de energía. SsangYong ha hecho un muy bien trabajo para lograr que el pedal izquierdo se comporte de una forma cercana a un freno hidráulico convencional y, lo más importante, constante. La adaptación fue rápida y en ningún momento notamos que en nuestras deceleraciones hubiese tirones.

En todo caso el pedal de freno puede reducir su protagonismo si elegimos el máximo nivel de retención posible, algo que se selecciona con las levas situadas detrás del volante. Existen tres diferentes. Por su parte, el tacto de la dirección nos pareció agradable y preciso.

La ruta realizada al volante del SsangYong Korando e-Motion no llegó a los 100 kilómetros, de tal forma que nos resulta complicado extraer conclusiones definitivas acerca de su consumo energético y autonomía. En todo caso nos pareció posible bajar de los 20 kilovatios hora cada 100 kilómetros, con lo que el rango real entre cargas se situará algo por debajo de los 300 kilómetros.