SsangYong KGM Tivoli: Un SUV urbano más barato de lo que piensas y con mucho espacio interior

Mientras toda la industria del motor parece ir sobre raíles, hay una marca que pasa por dificultades, y es el caso de SsangYong que, con una buena gama de productos totalmente SUV o 4x4, no termina de despegar del todo fuera de su país de origen, Corea del Sur, lo que ha hecho que cambie de propietarios, y ahora sea la empresa, también coreana, KGM, la nueva dueña de la marca. El objetivo es convertirse en un proveedor global de movilidad, o lo que es lo mismo: vender coches. Y la marca, hay que reconocerlo, está en un buen momento, porque ha lanzado el nuevo SsangYong Torres, del que se espera versión eléctrica de manera inmediata, y ha renovado el Tivoli, que se suma a una gama con el SsangYong Rexton, el Korando o el pick-up Musso Sport como otros protagonistas.

El Tivoli nació como modelo de acceso de gama con un precio muy competitivo pero un aspecto nada low-cost: diseño y calidades son las habituales en esta clase, y aunque el paso de los años va haciendo mella en los detalles, por 17.900 euros es una de las mejores opciones a la venta, un territorio que solo pueden pisar MG con el ZS SUV de gasolina y Dacia con el Sandero Stepway, ya que el Dacia Duster, también competidor directo, es un pelín más caro. Precisamente tanto Dacia como SsangYong, ahora KGM, son de las pocas marcas que apuestan por el gas GLP para obtener la etiqueta eco, aunque en el caso del coreano el sistema se instala en España y no es tan recomendable como el del Duster, que viene de fábrica... aunque el Dacia es mucho menos potente, 100 caballos para el modelo de la marca rumana y 163 caballos para el coreano

Pero esto no es suficiente para pasar por la redacción de SoyMotor.com y es que el KGM Tívoli estrena diseño, con un frontal muy cambiado con una parrilla cerrada, nuevos colores y detalles en el estilo del SUV urbano coreano. El Tivoli llega en un fin de semana en el que va a tener que darlo todo, porque nos vamos de puente,… ¡y de camping!, con todo lo que eso significa hoy en día: maletas, nevera, bolsas y bártulos, aunque para decir verdad nos vamos a un 'bungalow' dentro de un camping que está a pie de playa, así que, más que de camping, nos vamos de 'glamping', algo que afecta poco a nuestro coche, que tiene que cargar con el lote de artilugios de todos modos.

Así que conducimos unos kilómetros de ciudad con un coche que estrena nueva imagen frontal. Mide 4,22 metros y, como es bastante alto, tiene mucho espacio interior, lo que permite ir más ‘sentados’ y contar con una maletero que, aunque no es muy largo, sí es muy profundo, y tiene nada menos que 427 litros. Nosotros hemos usado un truco muy habitual: dejar la bandeja enrollable y hasta el doble piso en casa para montar a gusto nuestro ‘tetris’ en el maletero y ¡ha cabido todo! Maleta mediana, maleta pequeña, nevera, cometa, balón, Jenga... lo normal para un fin de semana largo de tres personas, ya sabes.

Salimos a la autovía y es un coche con brío, aunque no con altas prestaciones. El cambio manual 'rasca' si no pisamos a fondo el embrague y es algo ruidoso pero nada a lo que no nos acostumbremos en pocos kilómetros. Para los quisquillosos el automático cuesta 2.000 euros más. Tiene seis marchas, lo que permite bajar las revoluciones del motor y el consumo, uno de sus puntos débiles ya que, por la silueta del coche, se percibe que la aerodinámica no es su punto fuerte. Nos ponemos por tanto a 120 en autopista y afrontamos los casi 300 kilómetros hasta nuestro destino, donde marca un consumo medio de unos 8,4 litros cada 100 kilómetros, que no es bajo pero tampoco exagerado. La respuesta del motor es buena, y hemos de recordar que viajamos tres personas, equipaje y algo de viento, que todo suma, pero tampoco se percibe como un motor de 163 caballos.

En nuestro destino descargamos el maletero y convertimos al Tivoli en el 'coche de los recados': al supermercado, al restaurante o de excursión, haciendo gala de un interior muy amplio para cuatro pasajeros, que irán muy cómodos en cuanto a espacio, altura y visibilidad. No hay muchas tomas USB ni salidas de aire traseras, pero las ventanillas son gigantes y los pasajeros pueden ver todo el paisaje durante nuestras excursiones. El tamaño resulta muy adecuado, con poco más de 4,20 metros tenemos un SUV de capacidad de SUV compacto por el precio y en el tamaño de un urbano, y esa es una de las claves.

El interior empieza a notar su veteranía, y tanto el equipo multimedia como el cuadro de relojes están lejos de estar a la última, igual que la información que presenta al conductor, muy completa, pero a veces complicada de entender, y en especial la radio es… poco práctica, una pena porque sería un detalle fácil de resolver.

Volvemos a casa y, aunque no hemos hecho carreteras de curvas, sí podemos dar un veredicto claro: es un coche que vale la pena valorar si queremos un SUV de bajo precio y buen resultado. La gama Tivoli comienza en 17.900 euros, todos con motor turbo y etiqueta C, y por ese precio es un 'chollo'. Ahora bien, el 'Limited' de 24.110 euros que hemos probado nos parece caro, por lo que es el acabado intermedio, por 19.900 euros, es el más recomendable. Podemos montar el kit de GLP por 2.000 euros extra pero, francamente, no es lo que más recomendamos, ya que deja el coche más caro y con menos prestaciones y, por otra parte, no es un equipo 'de fábrica', así que podemos tener más pegas que en motores que sí están diseñados para funcionar también con GLP. 

En resumen, si queremos mucho coche a buen precio, cinco años de garantía, una amplia red comercial y un coche resultón y capaz pero de tamaño urbano, es una compra muy razonable. No es tan moderno como el renovado Dacia Duster, ni tan atractivo como el MG ZS de gasolina, pero es amplio y, bien equipado, no resulta caro, así que es un coche que pondríamos en nuestra potencial lista de la compra si queremos un SUV bueno, bonito y… con muy buen precio