Actualidad

Prohibir está de moda: ¿qué vendrá después del Diesel?

09/03/2018 11:04

La semana pasada saltaba la noticia:Alemania prohibirá inminentemente la circulación de automóviles con mecánica Diesel anterior a la Euro 6 en sus principales ciudades. Ya hay fecha encima de la mesa, será en septiembre de este mismo año cuando la medida entre en vigor en algunas ciudades alemanas y, en el ojo del huracán, las otras grandes urbes europeas como Roma, París, Madrid, Barcelona o Bruselas que ya ha propuesta medidas similares para limitar la contaminación en las metrópolis.

En Europa los políticos viven inmersos en una euforia por prohibir, en un declive de las libertades de los ciudadanos y que ahora fija su foco en el automóvil. Sin embargo, esta huida hacia adelante sin mirar atrás también tiene sus riesgos.

Los ciudadanos vuelven a pagar el pato, como en tantas ocasiones. Y sino a ver cómo se le explica a un comprador que hace menos de tres años le entregaban las llaves de su nuevo coche turbodiésel –última generación y Euro5–, que ahora ya no podrá ir a trabajar en su vehículo. ¿Y que decir de la enorme pérdida de valor de este tipo de vehículos sobre las que pesan las prohibiciones? Según los primeros cálculos, en Alemania sólo 2,7 millones de un total de 15 millones estarían a salvo de la medida. Casi nada…

El vértigo de una transición demasiado rápida hacia un modelo no sostenible es algo real

Por otro lado, la industria avanza a toda velocidad hacia el coche autónomo y el vehículo 100% eléctrico, sin embargo y pese a las cuantiosas inversiones de constructores y proveedores de vehículos, todos los estudios indican que este será una realidad… pero dentro de 10 ó 15 años.
A ello desde luego no ayuda la inversión pública ni las infraestructuras. Muchos se cuelgan la etiqueta de ecológicos, pero en ciudad como Madrid o Barcelona siguen faltando cargadores eléctricos públicos, así como facilidades para impulsar este tipo de vehículos. El vértigo de una transición demasiado rápida hacia un modelo no sostenible es algo real.

Los vehículos de combustión interna han evolucionado enormemente en las últimas décadas e incluso versiones sin hibridación como los actuales Euro 6 son ejemplares por sus bajas emisiones, así que, por favor, no demonicemos al automóvil, un invento del hombre que ha traído libertad e independencia a la sociedad desde principios del siglo XX.

Además, también es necesario una evolución realista y con cabeza, prolongada en el tiempo que no asfixie ni a la industria del automóvil, de la que dependen millones de puestos de trabajo, ni tampoco al ciudadano de a pie, que no puede estar cambiando de vehículo como quien cambia de calcetines.

A ello se deberían promover nuevas medidas para mejorar el tráfico y reducir la contaminación que no lleven una prohibición como telón de fondo, por ejemplo, la mejora del transporte público –subvencionado para aquellos que no puedan usar su vehículo y con mayor frecuencia y capacidad–, facilidades para el teletrabajo que evite el desplazamiento de los trabajadores, incentivos a la renovación del parque o una mejor gestión del tráfico.

Si quieres leer más noticias como ésta visita nuestro Flipboard