Pepe Arqué apunta al Mundial de Rallycross

Pepe es hijo de Josep Arqué, el que fuera campeón de España de rallies con Opel y también piloto de la marca en el Nacional de Turismos en el momento de máximo auge de este campeonato en los años 90.

Su camino inmediato está ya trazado. En cuanto acabe en junio sus estudios de Bachillerato Internacional y antes de pasar a estudiar Ingeniería Mecánica, se pasará el verano en la Junior Academy de Rallycross, un campeonato nórdico en el que todos los pilotos llevan Renault Clio y comparten carpas y mecánicos. Un campeonato que se disputa en Suecia, Noruega, Finlandia y Letonia. "Llegaremos cuando se hayan disputado las dos primeras carreras. Lo pactamos con la organización porque mayo es para Pepe un mes repleto de exámenes a los que no puede faltar", nos explicó Josep, el padre.

El año pasado se inició en el kartcross, tras pasar por el karting. Pese a que muchos de sus rivales llevan años en la especialidad, ya demostró maneras: poles, victorias y un tercer puesto final en el campeonato nacional.

La decisión se tomó por muchas razones y una de ellas es que por ahora no hay ningún piloto español en la disciplina, pese a que una de las pruebas del Mundial es en casa. Es un paso que le hace mucha ilusión a Pepe, en el fondo es seguir los pasos de su padre. "Unos años después de retirarme, un amigo me pico y me dijo que probara, que es muy divertido. Hice dos años el campeonato nacional de autocross" –en España el rallycross como tal no existe, sino que se corre autocross, algo aparentemente similar, pero muy distinto en la práctica–.

La prueba de Barcelona "es un poco distinta". "Un circuito de rallycross tiene asfalto y hay que adaptar el coche a ello, porque en autocross es todo tierra", señala Pepe, quien dice que el secreto del pilotaje es "ir cruzado lo justo para dejar el coche encarado a la salida de la curva y poder acelerar antes".

Y van deprisa, muy deprisa. En los entrenamientos de la categoría en Barcelona se rodaba en 48'' bajos, a menos de cuatro segundos de los mejores tiempos de los coches del Mundial de Rallycross, más rápidos que los Super 1600 y a la par que los RX2.