Cómo obtener un informe de un vehículo en tráfico
Si estás valorando adquirir un coche de segunda mano, es absolutamente recomendable que antes de realizar la compra solicites un informe del vehículo en la DGT, y te contamos cómo.
Porque aunque las fotos o el visionado directo del coche te dejen buenas sensaciones, el coche puede esconder algunos desagradables secretos, como problemas para pasar la ITV, cargas fiscales o hipotecarias que son muy difíciles de eliminar, o que quien te vende el coche no es el verdadero propietario. Así que para evitar disgustos, y por sólo 8’50 euros, el informe del vehículo te dará todas las respuestas.
Existen dos tipos de informe. Por un lado, el informe reducido, que es gratuito, y te da la identificación correcta del vehículo y si existe algún tipo de incidencia sobre el mismo, pero no especifica nada más. Puede solicitarse en la página web de la DGT. Por eso te recomendamos que pidas el informe detallado.
Ese informe detallado o completo te cuesta 8’50 euros, y puedes pedirlo vía web o presencialmente en la Jefatura Provincial respectiva. En este caso, incluye un informe total del vehículo: su titular actual, si está autorizado a circular, caducidad de la ITV y gravámenes que impidan su transmisión. Si todo es correcto, puedes proceder a la compra, pero sobre todo, si existe algún gravamen que impida el cambio de nombre, infórmate de su importancia y dificultad para eliminarlo, y si es complejo, renuncia a ese modelo, pues puede ser una auténtica pesadilla.
Para pedir el informe necesitas la matrícula del coche o su número de chasis, una dirección de correo electrónico a la que te será enviado el documento, y la posibilidad de identificarte electrónicamente –el DNI electrónico basta- para poder pagar. Además, deberás indicar el motivo de solicitud del informe, que en estos casos será la posible adquisición del modelo interesado.
También puedes acercarte a una gestoría, y pagando un poco más, serán ellos quienes realicen todos estos trámites, y te entreguen a ti el informe. Elige el sistema que te sea más cómodo, pero jamás compres un coche de segunda mano –ni siquiera en un concesionario- sin pedir previamente el informe de tráfico. Te ahorrarás muchos disgustos por poco dinero.
