NASCAR

Nascar: Keselowski gana en la Coca-Cola 600 de Charlotte

25/05/2020 13:29

Brad Keselowski se impuso en la Coca Cola 600, la prueba más larga de la Nascar y la más prestigiosa tras la Daytona 500, contra todo pronóstico, en un final impredecible.

"Estoy muy contento de esta victoria. Significa mucho para mí y estoy muy contento también por el equipo. Ahora todavía me falta ganar la Daytona 500", ha señalado tras la carrera.

A dos vuelas del final, Chase Elliott parecía que ya tenía el triunfo en el bolsillo porque navegaba por delante del pelotón con dos segundos de ventaja… pero su compañero de equipo, William Byron decidió lo contrario. No, los dos compañeros no se tocaron; simplemente Byron protagonizó un trompo que dio lugar a una neutralización que alteró todo el panorama.

La mayor parte de pilotos decidieron parar para cambiar gomas, pero Jeremy Bulllins, el jefe de equipo de Keselowski hizo que éste se quedara en pista… para ganar posiciones. Una decisión arriesgada porque en Nascar la carrera no se da por acabada hasta que se puede dar la última vuelta con bandera verde, con pista libre, y se alarga lo que haga falta.

Con unos neumáticos ya usados, en este caso con 45 vueltas, siempre es arriesgado resistir en la última vuelta al que dispone de nuevos. La prueba se alargó cinco vueltas.

No fue ésta la única hazaña de Keselowski este fin de semana. Salía último en la parrilla, pese a haber clasificado entre los diez primeros –en Charlotte se efectuó clasificación por primera vez desde que se retomó la temporada–, pero su equipo hizo tras la misma un ajuste no permitido y una penalización le condenó a salir en última posición.

Pero la parada hizo que Elliott cayese a la décima posición y aunque hizo un sensacional último giro, debió conformarse con entrar en la meta en tercera posición, a sólo 0,674 de Keselowski. Un tercer puesto que se transformó en segundo por la descalificación de Jimmie Johnson.

La temporada comenzó así, con el dominio del Team Penske. Joey Logano ganó para el patrón de la Indycar en Phoenix y Las Vegas antes del parón del covid-19.

La carrera estuvo marcada por dos interrupciones: la primera por la lluvia en la vuelta 47, ya que las curvas uno y dos se encharcaron, y la segunda, justo al cumplirse el primero de los tres segmentos de carrera, para guardar un minuto de silencio, en realidad 30 segundos, cuando entraron todos los coches en boxes tras el coche de seguridad y se detuvieron para volver a salir. Era el 'Memorial Day' y cada coche honraba a un soldado fallecido, en muchos casos, amigo, conocido o familiar de algún miembro del equipo. El ganador recordaba a Michael Donovan Reep, piloto de las fuerzas aéreas.