Miguel Molina impresiona en su debut al ganar en Austin

Molina se subió al Ferrari a media carrera. Vilander le entregó el coche en segunda posición, a dos segundos Mike Skeen –Mercedes-. El relevo fue muy bueno y Molina se colocó en cabeza y poco a poco fue adquiriendo ventaja  para entrar en la meta con 5'559 sobre el Mercedes de Morand-Schiller.

"Ha sido un placer correr con Toni. Hicimos una parada perfecta, apreté en mi vuelta de salida y después ya sólo tuve que gestionar los pequeños detalles", explicó un eufórico Molina. "Esta es mi segunda temporada como piloto de Ferrari así que ganar aquí es algo especial e importante para mí. Y también es muy importante para el equipo, sobre todo porque Romano Ferri ha pasado unas últimas semanas difíciles". Remo Ferri, propietario del equipo, había perdido a su padre y a un hermano a finales del mes pasado.

La victoria fue un consuelo doble, porque la última victoria del equipo, uno de los más populares de la serie, databa de 2015 cuando Oliver Beretta ganó en Long Beach.

Vilander, gran amigo de Kimi Räikkönen y que lleva más de una década de éxitos a los mandos de diversos Ferrari GT, se mostró encantado de hacer equipo con el piloto de Lloret. "Es nuestra primera carrera juntos, pero estaba confiado porque sé que tiene una gran experiencia en las Blancpain Series. Sus comentarios sobre el coche y las informaciones que nos ha transmitido han sido muy valiosas. ¡Ha hecho un trabajo magnífico!"

Molina dio la vuelta más rápida en 2'07"947, siendo el único piloto que bajó de 2'08.

La carrera tenía 60’ de duración. La pole había sido para el Bentley de Álvaro Parente y Andy Soucek por delante del Mercedes de Skeen-Heckert y del Ferrari de Molina-Vilander.

En la arrancada Skeen superó a Parente, que asimismo se vio rápidamente superado por Vilander. Skeen llegó a tener 2” de ventaja sobre Vilander cuando se abrió la ventana de cambio de piloto, a los 25’ de carrera. El cambio de piloto del Ferrari fue meteórico y Molina salió en cabeza, abriendo hueco desde la primera curva. El Mercedes de Skeen y Heckert se vio superado después por el de Morand-Schiller y las posiciones ya no cambiaron, entrando Moran a 5'559 del español y Heckert a 7'240.

En Bentley de Parente-Soucek fue perdiendo terreno y acabó sexto a 13 segundos de los ganadores.