En vivo: el GT2 Stradale es la versión de calle del Maserati que vence a los Mercedes, Porsche y McLaren de carreras

Así que aquí estamos, en el paddock del Circuit de Catalunya delante de la máquina de calle que hereda casi todo del fantástico GT2 de carreras que ha hecho reverdecer los laureles de la marca en competición.

Delante del coche, se ve muy diferente al MC20 del que deriva: toda la delantera es nueva, con carbono, splitter frontal y un precioso logotipo del tridente en color azul. Hay enormes salidas de aire en el capó que aloja en su interior los radiadores y, en los pasos de ruedas, aperturas para eliminar la sobrepresión sobre esta zona y aplastar más el coche hacia el suelo. Seguimos con la aerodinámica, porque en la trasera aparece un alerón multirregulable que, con el spoiler delantero y en su posición más agresiva –hay tres posibles– proporcionan más de 500 kilos de peso extra a alta velocidad. La nueva aerodinámica le hace perder un kilómetro de velocidad máxima respecto al modelo de serie, de 325 a 324 kilómetros/hora, a pesar de la ganancia en potencia y reducción de 60 kilos de peso, pero el paso por curva es demoledoramente más alto. Siguiendo en la zaga, toda la zona inferior es nueva, difusor incluido, con salidas de escape centrales.

En el lateral es imposible no detenernos en las llantas, ya que se ve que están pensadas para competir: nueve finos brazos, construcción forjada y un anclaje monotuerca en el mismo color azul Maserati que el logo delantero. Alojan frenos de carbono con pinzas de seis pistones y neumáticos Michelin Pilot Sport 2 de altísimo rendimiento. La suspensión se ve claramente más baja y el conjunto es… de carreras. La tapa del motor, por cierto, tiene el logotipo gigante del tridente italiano.

UN INTERIOR DE ALCANTARA Y CARBONO QUE 'HUELE' A CARRERAS

Nos sentamos en el interior, tras abrir la puerta tipo mariposa hacia adelante y ver la cinta con la palabra 'PULL' típicamente aeronáutica. Los bacquets son puramente de carreras, y parece que se ha perdido la forma de los asientos para simplemente acolchar unas formas que parecen salidas de un asiento de la NASA. A sus mandos y tras el volante, todo está tapizado en Alcantara, y vemos una nueva pantalla más 'de carreras' que en el modelo de serie, pero ya se percibe que es un coche con el que podremos ir por la calle y hasta viajar sin demasiadas pegas.

El equipo Maserati arranca el motor y escuchamos el sonido de los 640 caballos del V6 biturbo. Son solo diez más que el original, cuestión de reglamento porque podría dar mucho más de sí, pero alcanza los 100 por hora en 2,8 segundos, es tracción trasera y no tiene hibridación alguna, ¡el cielo en los tiempos que corren! y no es ningún drama para el planeta en coches que recorrerán apenas unos miles de kilómetros al año.

476.000 EUROS, ¿MEJOR QUE UN FERRARI?

Este GT2 Stradale es una serie limitada de 914 unidades, y es buena noticia porque aumentará su valor como pieza de colección frente a los numerosos GT2 o GT3 de la competencia, y esto tiene un precio: 476.000 euros pero, subidos a este coche, ¿es mejor compra que otros GT2 o Stradale de la competencia? Sabemos que estas versiones suben de precio con facilidad en el mercado secundario, y que un SF90 Stradale salía por unos 770.000 euros, eso sí, con 1.000 caballos, motor híbrido, tracción total, etcétera. Los Porsche GT2 RS ya superan los 700 caballos, pero no tienen el tacto de 'supercar' ni el chasis de carbono del Maserati, y conseguir un 488 Pista o un F8 Tributo puede ser muy complicado y muy caro. Así que si queremos un deportivo de 'vieja escuela', sin hibridación, con chasis es de fibra de carbono y un V6 biturbo derivado de un coche de carreras y con producción limitada, puede que este sea uno de los mejores 'stradales' a la venta en los últimos años…